Una leyenda en Logroño

Ahora echamos de menos aquellos tiempos felices del balonmano, en los que el Naturhouse Ciudad de Logroño se hizo un hueco entre los mejores de Europa y enganchaba con un equipo carismático y de renombre. Uno de sus fichajes más sonados fue el del internacional ... Rubén Garabaya, que llegaba a la capital riojana con 31 años y aún mucho que ofrecer, tanto, que pronto se convirtió en un emblema, en su jugador franquicia. El asturiano fue un referente dentro y fuera de la pista, y su dorsal 17, retirado en su despedida en 2018. Siguió tres años más como segundo de Velasco y es que se había convertido en un riojano más. «Me voy de casa», declaró en su despedida de Logroño.