Foto de familia de los descendientes del conde de Santa Bárbara que este martes visitaron Logroño. Juan Marín

Visita de la familia del fundador de la Cocina Económica de Logroño

El legado del conde de Santa Bárbara

Los descendientes de Augusto Plasencia y Farina comieron este martes en la institución fundada por él hace 130 años

Iñaki García

Logroño

Martes, 6 de agosto 2024

Con una sonrisa en la cara, preside una de las mesas Genara García Llorente. Es la viuda de Augusto Plasencia Medina, tercer conde de Santa Bárbara y nieto de Augusto Plasencia y Farina, el primero que ostentó ese título y fundador de la Cocina Económica de Logroño ... . Tanto ella como otros 35 miembros de su extensa familia visitaron este martes esa organización constituida por su antepasado hace 130 años con un objetivo muy marcado, ayudar a los más necesitados.

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Augusto Plasencia y Farina nació en Sanlúcar de Barrameda, fue alcalde de Sevilla y su matrimonio con Jacinta de Santa Cruz y García de Leániz (familiar de la mujer del General Espartero) hizo que llegara a Logroño. En la capital andaluza fundó su primera tienda-asilo y allí, tal y como se recoge en el libro 'Cocina Económica de Logroño', de Pelayo Sáinz Ripa, quiso levantar después «otro establecimiento caritativo más ambicioso». No fue bien y al llegar a Logroño quiso trasladar, con éxito, aquella idea. Gracias al apoyo del marqués de San Nicolás y del arquitecto provincial Don Francisco de Luis y Tomás sacó adelante un proyecto que contó de inicio con siete Hijas de la Caridad y que se instaló en el Teatro Liceo.

De eso han pasado 130 años y sus descendientes se congratulan de cómo esa institución ha evolucionado. «Él estaría más que satisfecho por la labor que aquí se hace día tras día», aseguraba este martes José María Plasencia, uno de sus bisnietos y representante de las tres generaciones que se dieron cita en Logroño a pesar de vivir a cientos de kilómetros de distancia, en Sevilla. La primera de esas generaciones estuvo representada por la ya citada Genara; la segunda, por siete de sus doce hijos (el actual conde de Santa Bárbara no pudo asistir); y la tercera, por 28 de sus 38 nietos.

«Mi bisabuelo estaría más que satisfecho de la labor que se hace aquí»

José María Plasencia

Bisnieto del conde de Santa Bárbara

«Es una gran familia y nos han brindado una mañana espectacular»

Luis Álvarez

Presidente de la Cocina Económica

Personas de todas las edades que pudieron ser testigos del legado de su antecesor en la capital riojana. Y lo hicieron, además, en primera persona porque, además de comer el mismo menú que degustaron los usuarios de la Cocina Económica (patatas a la riojana, cordero guisado y fruta), muchos de ellos no dudaron en enfundarse el delantal para ayudar en el reparto y en la preparación del comedor. «Han querido servir la mesa, como buenos voluntarios», afirmaba satisfecho el actual presidente de la organización, Luis Álvarez. También al acabar de comer, echaron una mano para volver a colocar las mesas y que todo estuviera dispuesto para la cena.

«Ha sido un día para recargar pilas», afirmó uno de los nietos del fundador, quien junto al resto de su familia había asistido previamente a una misa en La Redonda. También visitaron la concatedral, así como todas las instalaciones de la Cocina Económica. «La labor que se hace aquí extraordinaria», reiteró José María Plasencia. «Mi bisabuelo fundó esta institución al ver las necesidades que tenía la gente y estamos agradecidos a las personas que han seguido con esa misión», añadió tras haber sido testigo de la unión, por unas horas, de dos partes fundamentales del legado del conde de Santa Bárbara: su familia y la Cocina Económica de Logroño.

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«Para nosotros todos los días son importantes»

Tanto Javier Porres como Luis Álvarez actuaron como anfitriones de los numerosos descendientes de Augusto Plasencia y Farina que ayer visitaron Logroño. «Es una gran familia, son gente buena y alegre y nos han brindado una mañana espectacular», aseguraba el presidente de la Cocina Económica de Logroño.

Álvarez, además, reconoció que este año es relevante para la institución, por celebrar su 130 aniversario, pero hizo hincapié en que, para ellos, «todos los días resultan importantes» en su labor de dar de comer a los más necesitados. «Es tan importante el rico como el pobre y hasta que eso no se nos meta en la cabeza la sociedad no va a cambiar», lamenta. «Siempre estigmatizamos a los que no son como nosotros, a los que no tienen lo que nosotros tenemos; hay que avanzar y nuestro objetivo es que todos se integren en la sociedad», concluye.

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