Laurel y San Juan dan la cara... y el bote

Ambas calles se han teñido de rosa ya este jueves, en una iniciativa que se prolongará hasta finales de mes. Pañuelos, lazos, globos, banderolas han cambiado la fisonomía de las dos populares vías y de la inmensa mayoría de sus locales, donde sus clientes se encontrarán botes solidarios de la AECC para que de forma voluntaria y anónima puedan depositar su aportación económica. En la campaña se ha implicado también activamente el colectivo de camareros, que destinará la mitad de sus propinas a la iniciativa, un gesto que será imitado a buen seguro por los propios propietarios de los locales, según avanzaron sus representantes. «Entre los camareros, que algunos no van a donar la mitad de sus propinas sino el 100%, y los propietarios, que echaremos cuando recojan las huchas lo que buenamente podamos cada uno, 20, 50 o 100 euros, creo que saldrá una cantidad considerable para apoyar de una manera firme a la AECC», resaltó el presidente de la Asociación de Hosteleros de la Zona La Laurel, Adolfo Sáenz», quien recordó que «el año pasado ya colaboramos con la asociación y este año repetimos porque estamos encantados, pero queríamos darle una vuelta de tuerca porque nos hemos dado cuenta de que tenemos un filón para poder colaborar económicamente con ellos, además de darles visibilidad porque somos una de las zonas de interés turístico regional más importantes».

En este sentido, Sáenz avanzó que «creemos que podemos ser un estandarte y que otras zonas de restauración importantes de la ciudad, como María Teresa Gil de Gárate o Gonzalo de Berceo, se sumen a esta quincena de apoyo a la AECC que queremos que se institucionalice». En representación de los bares de la calle San Juan, Fernando Navarro también mostró el respaldo a la iniciativa solidaria en la que «nos gustaría seguir participando y ante la que animamos a todo el público a contribuir con su apoyo a esta buena causa».

Satisfecha con la inicitiva, la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer en La Rioja mostró su esperanza en una recaudación importante, «sobre todo porque lo necesitamos para seguir con nuestra labor de acompañamiento, prevención e investigación y ampliar los servicios. «Qué mejor manera riojana de colaborar que una vez que alguien venga y se tome un pincho y un vino, parte de su propina sea para la investigación del cáncer. Estás disfrutando y a la vez ayudando», destacó Elena Eguizábal, quien auguro que «seguro que es un éxito porque toca al corazon de las personas, Laurel y San Juan tienen un poder de convocatoria tremendo y La Rioja es solidaria».