Jóvenes con sobrados argumentos

Miguel Santolaya, Gabriela Flórez Estrada, Nahia Palacios, Álvaro Jimeno y Carmen Hernández se han sentido por unos días como Sócrates o su alumno más aventajado, Demóstenes. Y su profesor de Filosofía, Javier Blanco, el que ha embarcado a todos ellos en un reto apasionante, como el Merlí del IES Inventor Cosme García (la comparación provoca las risas de los jóvenes, quienes reconocen bastantes aspectos del personaje televisivo en su profesor).

El grupo se ha proclamado vencedor del II Torneo de Debate Preuniversitario, destinado a alumnos de Bachillerato de La Rioja. Este torneo -organizado por la Universidad de La Rioja, en colaboración con el Parlamento de La Rioja y la Consejería de Educación y Cultura- surge como una oportunidad para que los estudiantes desarrollen habilidades como la capacidad de hablar en público, de trabajar en equipo o de analizar información, entre otras competencias que, más allá de su indudable interés para su formación personal, son también necesarias al afrontar los estudios universitarios.

Los alumnos del Cosme García se impusieron a los grupos de Maristas San José (segundo premio), IES Sagasta (tercer premio) e IES Comercio (cuarto puesto). Jaime Martínez, del Sagasta, recibió el premio al mejor discurso.

Los ganadores se llevaron un botín de mil euros en material informático para el centro y sus respectivos diplomas.

La pregunta elegida en esta segunda edición tenía su miga: '¿Puede la Inteligencia Artificial amenazar a la Democracia?'. Por si fuera poco el devaneo mental que provoca la pregunta, el concurso está planteado de tal manera que los grupos tienen que defender una postura a favor y otra en contra. «Al principio -explica Álvaro- pensábamos que iba a ser más complicado, que no íbamos a poder sacar tantos argumentos, pero a medida que practicábamos salieron argumentos convincentes».

Para su preparación han tenido, reconocen, un gran maestro en su profesor Javier Blanco, quien ya en la primera edición preparó al grupo del Escultor Daniel que resultó ganador. Su mentor les elaboraba fichas con los guiones y supo sacar el mejor partido de cada uno. Pero no solo su profesor les sirvió de guía: «Antes de Navidad -explican- comenzamos a prepararnos, a repartirnos los roles, a preparar un guion y a ensayar para conseguir un debate más fluido». Asimismo, la UR organizó un curso preparatorio una semana antes en el que se les dieron las claves en oratoria y varios consejos para hablar en público.

No obstante, todos coinciden en que lo más complicado ha sido controlar los nervios: «Uf, sí, tener que hablar ante tanta gente, gente tan importante de la UR y del Parlamento...».

Orgullosos de la prueba superada, ahora les llega el turno de prepararse para la EBAU y decidir que carrera estudiar, para lo que también mantienen un animado debate interior: ¿Derecho, Criminología, Ciencias Políticas, Ciencias de la Salud....? Todavía no lo tienen claro, pero de lo que no dudan es de que no van a estudiar Filosofía y no porque sus salidas profesionales se vieran comprometidas sino porque, a su juicio, «es muy complicada porque hay que ponerse en la cabeza de otras personas». Les dejamos decidiendo su futuro, pero de momento ya tienen un primer diploma que les acredita su capacidad para defender la opción que elijan.