La inscripción franquista de la torre de La Redonda que se resiste a ser aclarada
Memoria Democrática ·
La Diócesis se ve obligada a cambiar por segunda vez la placa explicativa para cumplir la Ley pues la misma tiene que ser de metacrilato... transparente
No será a la primera ni a la segunda, sino a la tercera, tal y como apunta el dicho popular. La Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño se verá obligada a cambiar otra vez la placa explicativa que debe acompañar a la inscripción franquista ... de la torre norte de la concatedral de La Redonda, que tendrá que ser, como ya se instó en la primera modificación, de metacrilato transparente.
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Se da la circunstancia de que la misma, con la que la Iglesia riojana trata de dar cumplimiento a la Ley de Memoria tras el «informe favorable» del Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja, se sustituyó recientemente por otra de metacrilato, pero blanco y no transparente. Y el Ayuntamiento, concretamente la Unidad de Casco Antiguo y Patrimonio Histórico, ha vuelto a poner reparos cuando apenas lleva unos días colocada.
La también Oficina de Rehabilitación y Centro Histórico, en cualquier caso, no ha necesitado requerir oficialmente a la Diócesis como tal. Así, y según han explicado las partes a Diario LARIOJA, han bastado conversaciones oficiosas para acordar que hay que encargar una nueva placa, con esa misma leyenda y del mismo material, pero no blanca sino transparente para ser más respetuosa con la piedra del histórico y protegido templo.
Problemas con el encargo de la señal han llevado a volver al punto de inicio, si bien en esta ocasión no se retirará, sino que se reemplazará directamente cuando esté lista la definitiva –lo que es inminente, además–. Será la tercera después de que a finales del año pasado la Diócesis retirase a instancias del Consistorio la primera, en ese caso de metal, y que la segunda, colocada la semana pasada, tampoco haya convencido. El acuerdo entre todas las partes, además, era la de una solución «transparente».
El informe favorable para optar por esa solución y no otra fue en pro de una intervención consistente estrictamente en la limpieza de la fachada –también se está a la espera de la misma–, retirando las pintadas que precisamente localizan y llaman la atención sobre la inscripción, «ubicando una placa explicativa al pie, colocada de forma centrada en uno de los sillares, adherida sin anclajes y sin superar unas dimensiones de 24x24 centímetros, considerando esta propuesta como la menos lesiva para el monumento y cumpliendo la Ley».
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