Incombustible Marcha Aspace

Incombustible. Ni unas malas previsiones meteorológicas para la jornada achicaron a los marchosos de Aspace. Ya saben a lo que van porque la cita tiene ni más ni menos que 40 años. Buen ambiente, un estupendo paseo y un ambiente de fiesta en cada uno de los municipios por los que se pasa además del refrigerio que preparan los vecinos para cuidar a los caminantes forman parte de la jornada. Pero también un recibimiento de campeones con un menú de patatas con chorizo recién hechas por la Federación de Peñas aunque se llegue de los últimos... Por eso se animan los mayores, los medianos y los pequeños, con silla de ruedas o con carrito de niño, con mascota, con mochila, como sea.

Este domingo, como en las últimas décadas, la salida se dio a las diez, las nuevas diez una vez cambiada la hora. Mientras los cocineros que iban a preparar el plato de cuchara para todos cortaban las primeras cebollas, con los sacos de patatas, al lado esperando turno, los veteranos de Aspace -asociación de atención a las personas con parálisis cerebral- se iban colocando en primera fila frente al polideportivo Las Gaunas para participar en el inicio de la prueba.

Con ellos estaban las distintas autoridades presentes, la cinta que cortó María Ángeles Almeneiro para anunciar la salida, los gigantes y gigantillos de la ciudad y un buen montón de globos que se salieron disparados al cielo. Iniciado el recorrido, los participantes, aún pletóricos de energía, apretaban el paso por la despejada para ellos LO-20.

Hubo zancadas notables, adelantamientos al límite, prisa, afán deportivo. La marcha siguió por el puente de la LR-250, donde el solcito que quiso acompañar fue haciendo que los plumas dieran paso a las camisetas azules de Aspace que se repartieron para los marchosos.

Los nuevos accesos a Villamediana de Iregua, con la pasarela sobre la autopista de inicio, fueron subiendo la cota del recorrido y los participantes más inquietos fueron relajando el paso. Subidas las cuestas del pueblo, el primer avituallamiento esperaba junto al polideportivo de la localidad, como siempre, con chocolate caliente para unos, manzanas para otros, y agua para todos. Fue un primer respiro para tomar impulso hasta el siguiente hito del camino, ya en Alberite y, de ahí, a Lardero.

Al final, a eso de la una en el caso de los más airosos, aunque el grueso fue llegando en goteo después, los marchosos alcanzaron de nuevo el centro deportivo Las Gaunas.

Allí les esperaba música en directo, varias mesas con refrescos y la comida ya lista que hubo quien tomó allí mismo, entre la calle Goya, entre el polideportivo y el IES Cosme García. La fiesta de familias, de grupos, de amigos, de logroñeses, pero también de vecinos de otros municipios de la región... aún se demoró un rato más, de manera que la organización solo terminó de retirar todos los efectos utilizados a eso de las cinco de la tarde. Jornada completa.

La Marcha Aspace ha servido a lo largo de todos estos años para para sensibilizar a la sociedad riojana respecto a la realidad de las personas con parálisis cerebral y para recaudar fondos con destino a los programas y servicios de Aspace-Rioja.

Este año, la entidad organizadora esperaba recaudar, con la iniciativa marchosa, en torno a los 25.000 euros para la puesta en marcha de un programa de hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral que haga hincapié en dos aspectos fundamentales, como son la alimentación y la práctica deportiva, que además permitan aumentar su autonomía e independencia.

El protagonismo del nuevo programa será para las personas con mayores necesidades de apoyo, según se ha hecho saber. Todas ellas contarán, desde el primer momento, con una valoración individual para determinar necesidades y objetivos.