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Siete de los nueve miembros de la familia, ayer en el salón de estar de la vivienda de alquiler social de Padre Marín. MIGUEL HERREROS
Un piso social entre humedades y problemas asmáticos

Un piso social entre humedades y problemas asmáticos

Insalubridad. Asisa teme por su salud y la de sus hijos por las condiciones en las que viven en un piso social de Padre Marín: «Nos dicen que limpiemos con lejía y pongamos la calefacción las 24 horas»

África Azcona

Logroño

Sábado, 6 de noviembre 2021, 01:00

Asisa tiene que colocar cartones y empapar continuamente con un trapo la humedad y la condensación de los cristales de las ventanas de su casa pues teme por su salud y la de cuatro de sus siete hijos, todos con problemas de asma y alergias. Un nebulizador que los hermanos comparten para tomar la medicación y que descansa en la cama de unos de los dormitorios, donde la huella de la humedad es evidente, da fe de la enfermedad respiratoria de esta familia alojada desde hace un año y medio en un piso social que el IRVI les asignó en Padre Marín. La pesadilla ha vuelto con el frío, pero la familia lleva meses pidiendo que se reparen los desperfectos que se traducen en fugas y filtraciones, patentes en las paredes desconchadas del pasillo, en los rodapiés levantados, el colchón humedecido apilado en la sala de estar y en el parqué abombado de la entrada. «Nos gastamos 1.200 euros en cambiar el suelo de toda la casa, pero mira...», señala impotente Ikram, la mayor de los siete hermanos, con edades entre los 22 y los dos años.

Todo un esfuerzo económico para esta familia de origen marroquí, que sobrevive con los 480 euros al mes del Ingreso Mínimo Vital y con los que apenas cubren las necesidades de alimentación. Antes de recurrir al alquiler social, se costeaban un arrendamiento convencional gracias a los ingresos del padre como peón y los trabajos que les salían en el campo. «Este año ni en la vendimia, nada de nada; hizo un curso de carretillero, pero para trabajar le pedían experiencia, y mi madre igual», continúa. Han sido «innumerables» las veces que han acudido al IRVI para dar a conocer el estado en el que viven, pero de momento no han tenido una respuesta satisfactoria. «Nos dicen que pongamos deshumidificadores o enchufemos la calefacción las 24 horas, pero ¿cómo la vamos a pagar? O que limpiemos las humedades con lejía». Al principio lo hacían pero las manchas volvían a salir. Aunque lo peor era la reacción asmática.

«Me tenía que salir a la calle de la tos que me daba», relata Marian, ayer sin ir al colegio por el catarro que arrastra. Es la segunda hija del matrimonio formado por Asisa, de 42 años, y su marido, de 48, que llegaron a Logroño siendo unos veinteañeros. Para demostrar la insalubridad que reina en la casa, una situación denunciada esta semana por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, aparta el cabezal de la cama de matrimonio. La humedad rezuma por la pared y acaba mojando el colchón. Señala también la condensación de agua en las ventanas y el moho en el perímetro de estas . «Por la noche es como si no hubiera ventanas».

La familia, con unos ingresos de 480 euros, se gastó 1.200 en cambiar el parqué que ahora se abomba por las filtraciones

Problemas de salud

Pero lo preocupante es que las humedades han provocado el agravamiento de los problemas respiratorios de cinco de sus miembros. La madre de esta familia numerosa lo pasa mal sobre todo con los más pequeños. Los dos chicos de 13 y 8 años, y la chica de 5, dice, no paran estos días de toser.

En su convivencia con las humedades explican que ya han perdido el cochecito de niño que aparcaban en el pasillo, varias almohadas, colchones y mucha ropa. La familia paga 100 euros por el alquiler, una mensualidad a la que se sumará en breve los casi 300 euros que ya abonaron el año pasado en lo peor del invierno. «El Ayuntamiento nos da al año 230 euros para la luz y 600 para el gas, pero no es suficiente», retoma Ikram.

Según la PAH, en marzo de 2020, el IRVI dotó de un piso a esta familia con escasos recursos procedente de la banca. Haya Real Estate se encarga de la gestión del inmueble de Padre Marín pero recalca que no es de su propiedad.

Gobierno de la Rioja: «La vivienda cumple todos los requisitos»

Por su parte, desde el Gobierno riojano han afirmado hoy que la vivienda cumple todos los requisitos de habitabilidad: «sistema individual de calefacción, una vivienda soleada y ventilada con altura, carpintería de aluminio, ascensor…». Señalan que el equipo técnico del IRVI ha visitado la vivienda situada en Padre Marín en dos ocasiones con higrómetro «y las humedades las atribunen a «condensaciones sobrevenidas por la falta de ventilación». Según informan, en su momento el IRVI y la Dirección General de Vivienda se ofrecieron a realizar una visita conjunta al piso con el arrendatario y la PAH y «se está aún a la espera de la que la PAH contacte al IRVI para ello».

Detalle de una de las ventanas, y del rodapié despegado (abajo). A la dcha, una de las hijas pequeñas con el inhalador para el tratamiento del asma. Miguel Herreros
Imagen principal - Detalle de una de las ventanas, y del rodapié despegado (abajo). A la dcha, una de las hijas pequeñas con el inhalador para el tratamiento del asma.
Imagen secundaria 1 - Detalle de una de las ventanas, y del rodapié despegado (abajo). A la dcha, una de las hijas pequeñas con el inhalador para el tratamiento del asma.
Imagen secundaria 2 - Detalle de una de las ventanas, y del rodapié despegado (abajo). A la dcha, una de las hijas pequeñas con el inhalador para el tratamiento del asma.

Desde el Gobierno riojano afirman que las familias que cumplen criterios de vulnerabilidad económica o social pueden acudir en cualquier momento al bono social eléctrico, «mecanismo de descuento en la factura eléctrica, que se solicita a la comercializadora con descuentos en la tarifa que pueden llegar al 70 por ciento si se es consumidor vulnerable severo«. »Los beneficiarios del bono social eléctrico son automáticamente elegibles para recibir el bono social térmico que concede la Administración».

Rueda de prensa ofrecida por la PAH para denunicar la situación de la familia.

La ampliación del Parque público de vivienda en alquiler -han señalado a este medio-, sigue siendo «la prioridad de la política de vivienda social del Gobierno de La Rioja con el objetivo de legislatura para alcanzar las 300 viviendas en alquiler social, de las 178 actuales». «La finalidad es ofrecer una solución habitacional ordenada» y «garantizar el acceso a una vivienda digna, adecuada y asequible, como se ha ofrecido a la familia en el piso de Padre Marín, con una base reguladora transparente que permite tramitar ordenadamente la adjudicación de las viviendas, que tienen una renta máxima de alquiler de 300 euros al mes -en el caso de esta familia, 100 euros-», concluyen.

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