
Viernes, 14 de octubre 2022, 02:00
Las ciencias adelantan que es una barbaridad... Y menos mal, se podría decir, sobre todo en esto de la medicina. Los periódicos de principios de siglo anunciaban con mucha alegría los beneficios de terapias que ahora mismo nos parecerían, al menos, dudosillas. Tenían mucha fama en aquellos entonces las sales purgantes de Mediana de Aragón, una población zaragozana de la que se extraían unas sales que, en fin, purgaban. O sea, producían en quien las tomaba (en ayunas, prescribía el anuncio de LA RIOJA) una alegre diarrea líquida que, se suponía, limpiaba el organismo y prevenía enfermedades. Poco se sabía entonces de la flora bacteriana intestinal, claro. Eso sí: el anuncio es casi una obra de arte.
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