La diócesis busca cómo eliminar las inscripciones franquistas en La Redonda y Palacio
Memoria Democrática ·
Jesús Ignacio Merino Morga, delegado episcopal de Patrimonio, asegura que se cumplirá con la nueva Ley de Memoria Democrática: «Tenemos de plazo hasta abril, y ya estamos trabajando en ello»
La Iglesia riojana, ahora sí, está decidida. Tanto que, a día de hoy, se busca la manera de cumplir con la legislación lo antes posible con vistas al año que viene. Las inscripciones franquistas en las fachadas de La Redonda y Palacio parece que, por fin, ya no pasarán. Y para ello, la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño analiza cuál es el mejor método para eliminar los grabados de la forma que menos afecte a la piedra de acuerdo con Patrimonio, al tratarse ambos templos de bienes de interés cultural (BIC).
Así lo asegura Jesús Ignacio Merino Morga, delegado episcopal de Patrimonio, quien confirma que la diócesis de La Rioja cumplirá con la nueva Ley de Memoria Democrática, que ha venido a reemplazar a la de Memoria Histórica. «La norma señala que somos los propietarios de los edificios los responsables de su retirada, y no hay problema alguno. Tenemos de plazo hasta abril, y ya estamos trabajando en ello», explica.
Merino, al respecto, adelanta que se ha dado aviso a los arciprestes para que hagan inventario y recopilen cualquier símbolo de la dictadura susceptible de ser retirado de sus inmuebles. «Podríamos decir que hay tres grandes grupos: las pintadas, las placas y las inscripciones. Y si los dos primeros no tienen mayor complicación, las dificultades estarían en el tercero», añade precisando que con los grabados en piedra nadie tiene claro el procedimiento más adecuado.
La Iglesia quiere remitir sus propuestas técnicas al Gobierno regional para consensuar el modo de actuar sin dañar la piedra
Tal sería el caso de la concatedral de La Redonda y de la iglesia de Palacio en Logroño, objeto de polémica desde hace años, con dos inscripciones en la primera –una relativa a la Guerra Civil y otra con el nombre de José Antonio Primo de Rivera– y una en la segunda –también alusiva al falangista–. «Nuestra intención es proponer soluciones para cada uno de los casos y, posteriormente, remitir el correspondiente informe al Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico para acordar la definitiva teniendo en cuenta que son bienes protegidos», concluye.
El delegado episcopal informa de que la diócesis está en contacto con arquitectos, canteros y otros profesionales que pudieran contribuir a la solución, además de estar pendiente de las fórmulas que se vayan encontrando y dando en otros lugares con el mismo problema. «No son una pintada o una placa, sino que son labrados que requieren un estudio previo para no afectar a la fachada en sí», reitera recordando que no es lo mismo «una ermita perdida en la sierra que La Redonda».
«No son una pintada o una placa, sino que son labrados que requieren un estudio previo para no afectar a la fachada en sí»
«Queremos valorar cada caso técnicamente para encontrar la forma menos agresiva con el Patrimonio», dice estimando que pueden ser más de una decena en toda La Rioja y cada una con sus propias características, «desde la que ocupa un sillar a la que ocupa varios», y, por tanto, se trata de dar con la técnica adecuada –relleno, lijado, sustitución...– «mirando hacia adelante».
Hay que recordar que Eduardo Ranz, abogado de víctimas del franquismo, se dirigía recientemente a la diócesis riojana, entre otras, para que retirasen simbologías franquistas en aplicación de la reciente ley.
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