Logroño

El futuro pasa por la sombra

La sombra que los árboles dibujan en la calle marca estos días el camino. No hay otra ruta para ir de casa al trabajo, a la ludoteca o a la piscina. El plan estratégico ante olas de calor en la ciudad de Logroño, presentado hace unos días, señala que la temperatura media anual de la capital irá aumentando a lo largo de los próximos años hasta en 2 grados en 2064 respecto al valor medio del año 2018 y que esto se traduce en que los valores de temperatura máxima conocidos por ejemplo el año pasado, de 43,3 grados el día 24 de agosto de 2023, podrían sobrepasar los 47.

El documento recoge otras temperaturas extremas registradas años atrás y, así, menciona los 42,8 grados del 7 de julio de 1982. En cualquier caso, se estima que no es tan importante el nivel de calor que se alcanza de forma puntual como el número de veces que a lo largo del año se llega a esos valores extremos por olas de calor. Por cierto, ¿qué es en Logroño una ola de calor? En el caso de la capital se establece cuando se sobrepasan los 34,5 grados de máxima y se registra un mínimo de 20 grados durante al menos tres días seguidos. A continuación, aplicando determinados cálculos, se establece si el nivel de alerta es uno u otro, de 0 a 3.

Las previsiones que se manejan son de ir a más olas de calor. «Desde las dos olas de calor actuales a las ocho en 2050, tres de las cuales serían de máximo nivel», asegura el informe.

De ahí que se entienda que se ha preparar la ciudad para poder superar unas olas de calor que podrían ser cada vez más frecuentes. Las soluciones que se aportan pasan por aumentar las cantidad de vegetación, crear zonas de sombra natural o artificial, construir nuevas fuentes y/o poner en marcha espacios nebulizados con agua.

De los estudios llevados a cabo se desprende la necesidad de actuar para paliar esta situación térmica extrema fundamentalmente en las zonas centro de la ciudad, es decir, el sector Chile, en el barrio de San José, en el ensanche de Logroño, en las Cien Tiendas y en el Casco Antiguo.

¿Cómo? La creación de una red de islas climáticas urbanas se plantea como una de las principales medidas. Arbolado frondoso, suelo blanco natural permeable al agua y con bancos... «Es posible rediseñar determinados espacios al objeto de reducir la temperatura puntual», señala el plan estratégico.

Medianas, isletas, sobreanchos de cruces... deberían aprovecharse para incluir más masa de árboles con la configuración de itinerario continuo bajo sombra en recorridos estratégicos de la ciudad. Algunos lugares donde actuar son el paseo del Prior, Serradero, Lobete, Duques de Nájera, calles Alemania y Francia, Portillejo, Miguel Delibes, Sonsierra, Sequoyas, avenida de La Sierra, Piquete e isletas y rotondas en general.

Para los espacios de juegos se propone el uso de sombras artificiales con estructuras sencillas. Los puntos de nebulización –aquellos que cuentan con difusores de agua– se contemplan, si acaso, para espacios peatonales en los que confluyan, además de la dureza del espacio urbano, la vulnerabilidad social.

Y una opción directa también para reducir las temperaturas pasa por integrar infraestructura azul o juegos de agua, con cortinas, chorros, fuentes, láminas de agua corriente... De ahí que se recomiende restaurar en las fuentes el horario ininterrumpido de 10.00 a 22.00 horas, recortado por cuestión de ahorro energético, ante olas de calor en su alerta roja. El plazo que el Consistorio se da son 4 años para 33 acciones. Para 2025 se prevé actuar en Primero de Mayo y El Cubo y también en Caballero de la Rosa y Pérez Galdós.

En cualquier caso, para este verano, el de 2024, el plan habla de avisos a la ciudadanía y de activar una red de centros públicos disponibles en caso de necesidad y que tienen una cobertura algunos de mañana y otros también de tarde. Los centros se detallan en el gráfico superior.

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