Un futuro para los cines Moderno

Sin actividad desde el inicio de la pandemia, los Moderno se despidieron a finales de noviembre de 2020 sin fecha de regreso. Desde entonces, no han sido pocos los que se han preguntado por su futuro, interesándose por su reapertura o, cuanto menos, preocupados por su situación con el paso del tiempo. No en vano, se trata de los únicos cines del centro de Logroño y, como tal, ya hay movimientos a su alrededor para saber qué pasa.

Tal sería el caso de la iniciativa promovida por Alejandro Martínez Otobalea, de 34 años, quien junto a Ana Balboa, de 30, y José Valbuena, de 36, tratan de dar forma estos días a la plataforma 'El otro lado de los Moderno', gestada de manera espontánea con la ilusión de que los citados cines «vuelvan a reabrir» o, en su defecto, «tengan un uso cultural».

El trío de aficionados al cine y espectadores de las salas enclavadas en la plaza Martínez Zaporta, en plena fase de recabar apoyos para ir dándose a conocer, tiene clara su respuesta a la pregunta de «por qué se crea esta plataforma ciudadana». «Para dar visibilidad al cierre de los cines por la pandemia porque mucho nos tememos que no vuelvan a abrir después de esta crisis sanitaria, por eso una serie de personas hemos decidido dar un paso al frente, así como también visibilizar la pérdida cultural que ello supone para la ciudad de Logroño y en concreto de su Casco Antiguo».

Martínez, quien informa de que todos aquellos interesados en involucrarse en el asunto pueden escribir al correo electrónico amartinezotobalea@gmail. com, pone de manifiesto que ya ha habido gente que «nos ha hecho llegar su petición de que el cierre no sea permanente».

Y ello pese a que en su día la propiedad dijese 'hasta luego' y no 'adiós'... hablando de una vuelta, sí, pero al menos no antes de «pasados dos o tres años» en palabras de 'Cartera Coliseo' –socia mayoritaria con sede en Bilbao, que el noviembre en cuestión comunicó sus intenciones a los trabajadores de Logroño–.

Inaugurados en 2002 con siete salas y un aforo de 1.500 personas, los cines Moderno llevan cerrados camino de los dos años. Desde Compañía Moderna de Ocio, dueña de las instalaciones, aclaran que a fecha de hoy siguen sin tener nada decidido y, de momento, no hay previsión alguna de reapertura. Lo único que confirman es que, dadas las circunstancias, el negocio como tal sigue siendo inviable.

Desde la plataforma, todavía echando a andar, ya piensan en enero y febrero para su primera acción: una recogida de firmas para dejar claro a quien corresponda «que perder un cine o cualquier servicio cultural del centro de ciudades como Logroño es una pérdida triste e irreparable». Y ello mientras en el entorno, colindando con los mismos, se construye un hotel en la parcela que durante años se usó como aparcamiento en Marqués de San Nicolás.

Una parcela destinada en principio para posibilitar una futura ampliación de los cines Moderno levantados en el viejo teatro del mismo nombre a principios de los años 2000. Los cines, finalmente y tras no poca polémica durante el último cambio de siglo, ocuparon también los terrenos de Muebles Dulce. Así, y según el Plan General Municipal, los cines se asientan sobre dos solares: uno de uso dotacional privado polivalente, concretamente la parte de la fachada principal –donde se ubica actualmente El Ambigú del Moderno–, y otro residencial, el correspondiente a las traseras –con acceso desde la calle Mayor–. Se da la circunstancia de que el suelo residencial es compatible con todos los demás.

La plataforma espera, y desea, que todo siga igual. Y ya cuenta con alguna adhesión. La Federación de Asociaciones Vecinales de Logroño mostró su apoyo manifestando su inquietud por la situación del edificio de los cines –recordando incluso la controversia por el derribo del viejo teatro, que también trajo lo suyo–.

«Los vecinos de Logroño no podemos ponernos de perfil ante la pérdida de uso de un espacio patrimonial de más de un siglo de existencia y nos gustaría que no se perdiese su uso por el bien de la ciudad. Por tanto, pedimos a las instituciones que hagan el mayor esfuerzo posible para que los cines Moderno sigan siendo un espacio cultural vivo de Logroño», solicitan.

Desde dicho colectivo vecinal, además, advierten de que su pérdida «supondrá un nuevo varapalo al comercio de cercanía y a los servicios culturales que el Casco Antiguo puede ofrecer a vecinos y visitantes».

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