El COVID se lleva a Luisito

Asiduo a conferencias y presentaciones de libros de todo tipo, tanto en el Ateneo Riojano como en el Centro Cultural Ibercaja, el Centro Cultural de Caja Rioja-Bankia, La Gota de Leche, Santos Ochoa y el Aula de Cultura de Diario LA RIOJA, en una entrevista realizada por este mismo medio explicó años atrás que «por la mañana leo la agenda del periódico y elijo el acto que más me interesa». Su fidelidad con la agenda cultural le valió ser distinguido como Socio de Número por Mérito Propio del Ateneo Riojano en 2007, durante la presidencia de María José Marrodán. Su presencia a menudo quedaba plasmada en el periódico, apareciendo en las fotografías, junto a los protagonistas, pero entre el público. Coleccionaba las páginas de este mismo diario en las que salía, de tal manera que hace trece años reconocía que ya había llenado siete carpetas con ellas. Después empezó a coleccionar autógrafos y, finalmente, fotografías con los protagonistas. En sus álbumes estará lo más granado de la cultura nacional.

Luis había sido peón de Asprodema. Lo conoció muy bien Carlos Santamaría Sainz, fundador de la entidad y gerente de la misma durante 35 años. «Ha sido una persona especial y, además, curiosa. Con sus dificultades, fue un trabajador modélico, muy cumplidor, hasta que su salud se lo permitió», lo describe Santamaría Sainz. Pero Luisito era diferente: «Sus aficiones le hacían distinto a sus compañeros, tenía una inteligencia especial. Tenía dificultad relacional, no discapacidad intelectual, y mucha curiosidad». Santamaría destaca, sobre todo, que «tuvo unos padres ejemplares que supieron tratarlo de forma increíble, hicieron labor extraordinaria».

«Me gusta acudir a los recitales de poesía y solicitar que el autor lea un poema más al final del acto. Una vez también lo pedí al concluir una mesa redonda sobre la narrativa en La Rioja. Y, cuando vino el poeta José Fernández de la Sota y le pedí que leyera un poema más, acabé leyéndolo yo mismo. Me gusta mucho la poesía», explicaba el propio Luisito. Su popularidad traspasó las fronteras regionales.

Con motivo de un acto del 'coach' navarro experto en motivación Carlos Andreu en Ibercaja en el 2009, este relató después su encuentro: «Al terminar se me acercó Luisito, un popular joven de Logroño incondicional de la primera fila de conferencias y recitales. Había bajado de internet una foto mía y me pidió que se la dedicara. Nunca me habían pedido algo así, pero vi a Luisito emocionado con mi dedicatoria y mi firma. La actitud de Luis me hizo pensar en la cantidad de gente que es capaz de emocionarse con cualquier cosa, por pequeña que sea».

Mayte Ciriza fue directora del Centro Cultural Ibercaja de Logroño del 2000 al 2019 y afirma tajante que «no me imagino una actividad cultural en Logroño sin él». «Todo le interesaba, tenía la curiosidad de un niño que está descubriendo la vida. Disfrutaba de la compañía, de la conversación, del arte y de la poesía. Era una esponja que se empapaba de cultura y de cariño», recuerda Ciriza. María José Marrodán, por su parte, considera que «supo encontrar dentro de la cultura y en este mundo a veces tan hostil». «Siempre serás nuestro Luisito, nos seguirás aplaudiendo y nosotros se seguiremos queriendo allí donde esté», declara Marrodán.

La propia familia Ruiz Dueñas ha querido explicar a este medio que Luis «fue un hijo deseado, querido, respetado y aceptado como es, hemos querido que tenga una educación y unos valores para caminar por la vida y él se ha encargado de ganarse el afecto de todos y más en el mundo literario y en el deportivo, donde encontró aceptación, cariño y lealtad, lo que le hizo feliz». La familia Ruiz Dueñas también desea agradecer a Asprodema por «dar visibilidad y hacer que sean útiles en la sociedad».

En la iglesia de Santiago y en Vísperas de la Esperanza -que se celebraban este mismo jueves-, ha sido nombrado y recordado Luis Ruiz Dueñas.