Logroño

Estorninos, insectos, ratas y otros vecinos molestos

Aunque el objetivo es común, reducir la población de los inquilinos no humanos que más problemas generan en las plazas y calles de la capital, las estrategias y planteamientos son bien diferentes. Quizá el más espectacular sea el caso de los estorninos. Logroño cuenta con una población asentada de estorninos negros, un ave de pequeño tamaño (aunque más grande que otros pájaros de ciudad como el gorrión o los verdecillos), de plumaje completamente oscuro y un característico pico amarillo. No suelen generar grandes problemas vecinales salvo cuando acogen en la ciudad a sus primos migrantes, los estorninos pintos.

En dos épocas del año (febrero y marzo y julio y agosto), los estorninos pintos paran en la ciudad en su tránsito hacia zonas más cálidas o más frescas, formando junto a sus parientes logroñeses enormes bandadas asentadas en ciertas zonas de la ciudad (parque del Carmen, Cascajos, Yagüe...) donde pueden cobijarse hasta 5.000 individuos. Niveles de ruido, acumulación de excrementos, malos olores, riesgo sanitario... Ante los problemas que generan estas grandes agrupaciones, el Ayuntamiento adjudica a una empresa el servicio de control aviar (estorninos y palomas). Recientemente se ha firmado el contrato con la gallega Laurus, que ya ha intervenido en los últimos años, por 82.029,64 euros para 2024 y 2025.

El objetivo es ahuyentar a los estorninos de las zonas conflictivas, para lo cual se emplean elementos pirotécnicos de baja intensidad, focos para molestarles durante su descanso nocturno o sueltas de rapaces, principalmente halcones. El pasado año, según los datos facilitados por la empresa al Ayuntamiento, se espantaron 106.050 estorninos de la ciudad.

Sin embargo, no son estas las únicas aves objetivo de las campañas de control poblacional, ya que también se incluyen, con diferentes métodos, la paloma torcaz y la bravía (doméstica). En el caso de la primera –de mayor tamaño y que se diferencia por su franja blanca en el cuello–, las estrategias empleadas son similares a las destinadas a los estorninos, sumándole la captura y la retirada de huevos y nidos. Las palomas bravías, más comunes en la ciudad, se capturan mediante jaulas instaladas en tejados de las zonas más conflictivas y con cañones lanzarredes, repitiéndose además la retirada de huevos y nidos. En los dos últimos años, más de tres mil palomas han sido capturadas con estas herramientas y trasladadas a un palomar ecológico.

Además, el Ayuntamiento cuenta con un control de plagas propio en la ciudad encaminado a lograr la máxima mortalidad posible principalmente entre múridos (ratas y ratones) e insectos (cucarachas, garrapatas, avispas, mosquitos...), que pueden llegar a suponer un problema de salud. Todos los tratamientos de choque se realizan dos veces al año en infraestructuras y cuatro en instalaciones municipales, incluyendo alcantarillado, farolas, semáforos, calles, edificios, solares...

Este calendario ya establecido se complementa con las actuaciones específicas según las necesidades o los requerimientos, que son numerosas a lo largo del año. Por ejemplo, en 2023 el servicio municipal atendió 469 avisos sobre roedores (232), cucarachas (178), mosquitos (22), hormigas (5)...

Las avispas, el mosquito tigre o las plagas que afectan a la vegetación mantienen también siempre en alerta a trabajadores municipales y vecinos. Y es que la fauna logroñesa, que enriquece la ciudad y confiere una apreciada vitalidad, puede convertirse en algunos casos en un contratiempo al que poner límites.