Imagen coloreada del monumento ecuestre (1900). A. Jerónimo Jiménez

Espartero y su caballo, 125 años al trote

El monumento al Príncipe de Vergara es uno de los iconos de Logroño. Tardó 25 años en ser inaugurado

Martes, 22 de septiembre 2020, 20:40

Pocos monumentos logroñeses habrán sido más fotografiados en la capital de La Rioja desde su presentación al público, el 23 de septiembre de 1895, domingo por más señas. Pero la estatua ecuestre de Espartero, uno de los símbolos más conocidos y representativos de la ciudad, tardó un cuarto de siglo en ser inaugurada oficialmente. O quizá más.

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Poco después de ser designado presidente del Consejo de Ministros por la reina madre María Cristina, a la que luego sustituiría como regente, ya se barajó en Logroño la oportunidad de erigir un monumento al general Baldomero Espartero, el gran pacificador y triunfante en la I Guerra Carlista. Era el año 1840. Los gastos serían pagados por subscripción popular, pero no estaba entonces ni la economía ni la política para tales dispendios.

Fotografía de la construcción del primer pedestal en el año 1872. L. R.

Tres décadas más tarde, la visita a la capital riojana del rey Amadeo de Saboya, para rendir honores al anciano general -septiembre de 1871- y la posterior concesión del título de Príncipe de Vergara avivaron de nuevo el proyecto. De esta forma, el arquitecto municipal Francisco de Luis y Tomás proyectó un monumento, cuya primera piedra fue colocada el 27 de febrero de 1872, coincidiendo con el 79 cumpleaños de don Baldomero, que acudió al evento.

Un pedestal truncado

Como puede observarse en la fotografía de 1872, el pedestal comenzó a levantarse en el paseo de los Reyes (Espolón), pero la falta de presupuesto -¡cómo no!- abortó la iniciativa municipal.

A los 85 años falleció en Logroño Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro, el 8 de enero de 1879, sin ninguna estatua que recordara su memoria.

El monumento es trasladado para su reforma (1995).

Pese a los múltiples intentos de las autoridades y del propio pueblo para que este ilustre logroñés de adopción tuviera su merecido reconocimiento, fueron pasando los años de manera infructuosa.

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Para colmo, la ciudad de Madrid inauguró una estatua ecuestre de Espartero en bronce, el 31 de agosto de 1886, situada, además en el cogollo del foro: en la confluencia de las calles de Alcalá y O'Donnell, en el límite de los distritos de Salamanca y Retiro, frente a la puerta de Hernani que da acceso al popular parque del Retiro.

Por fin, el citado 23 de septiembre de hace 125 años, la estatua ecuestre de Espartero fue una realidad.

Bajo el título de 'En honor de Espartero', no escatimaba el periódico LA RIOJA todo lujo de detalles: desde el resumen histórico del proyecto, a cargo de Tadeo Salvador, hasta la puesta en valor de las personas que habían estado detrás de la empresa, como el heredero consorte del título de duque de la Victoria, Pablo Montesino y Fernández-Espartero, Amós Salvador Rodrigáñez y el alcalde José Rodríguez Paterna. El orador elegido no fue otro que el escritor, académico y político Gaspar Núñez de Arce.

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Bronce de cañones fundidos

Al igual que el de Madrid, el monumento fue obra de Pablo Gilbert (autor también de la estatua a Sagasta en La Glorieta), con bronces procedentes de cañones fundidos en Barcelona. En total, 11.130 kilos. La diferencia entre ambos es que el Espartero logroñés lleva calado el sombrero.

En 1995, coincidiendo con el centenario de la estatua, todo el conjunto fue desmontado, restaurado y sustituido el pedestal.

Crónica social de la inauguración, en LA RIOJA del 23 de septiembre de 1895.

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