Escobar proyecta convertir El Corvo en un «mirador verde» de propiedad municipal

Escobar habló de presente (de «un modelo de responsabilidad urbana diseñado a partir del diálogo y no de la imposición», según sus propias palabras), pero con vistas al futuro; mención expresa a una próxima 'Estrategia Logroño 2050' a partir de la revisión del Plan General Municipal (PGM), de un plan de Movilidad, de la Ciudad Circular y de la Agenda Urbana.

Una estrategia a 25 años vista en la que se incluye un anillo verde circular de 27 kilómetros que rodee la capital de La Rioja, «una red de itinerarios ciclopeatonales que conecten los parques de Logroño y generen un nuevo pulmón verde en torno a la ciudad», según su definición. Una idea ya expuesta, aunque con la novedad del inicio de los trámites administrativos para que el Ayuntamiento cuente con la propiedad de los terrenos del monte El Corvo (en manos particulares, si bien no se ha concretado fórmula de 'adquisición' alguna) a fin de integrarlo en ese proyecto de 'Ciudad Circular'.

«Será un espectacular mirador verde para disfrute de los logroñeses con una superficie de 50 hectáreas, lo que nos situará como la primera ciudad en superficie verde por habitante», avanzó. «Sin ninguna duda, Logroño será una ciudad en un parque», remató ante las principales autoridades locales y regionales en probablemente la intervención de un primer edil capitalino más corta que se recuerda en una cita de tales características.

Antes y durante, el regidor municipal repasó lo ejecutado en sus ya 16 meses de gobierno, adelantando lo que está por venir. «Hacemos ciudad a partir de lo distinto, pero también de lo común», resumió valorando la puesta en marcha del 'Sábado del Vecino' o la implantación de los concejales de Distrito, amén del consenso ciudadano «en las actuaciones que se están realizando en Sagasta o Duquesa de la Victoria».

Escobar, aplaudido de vez en cuando por los suyos, presentó como logros la reactivación de «diálogos urbanos parados desde hace tiempo», casos, en su versión, del proyecto de la vieja estación de autobuses y de la nueva –pese a ser proyectos heredados–; y de las 'negociaciones' con los funcionarios municipales, con «un nuevo acuerdo de empleo público que sustituye al anterior, que databa de 2009» y «el nuevo acuerdo regulador de Policía Local» como hitos más destacados.

Y recuperó promesas electorales como cuando reiteró su compromiso «de continuar los próximos años el camino iniciado de reducción de los impuestos municipales», algo que aún está por ver este segundo ejercicio una vez incumplido el primero ese famoso 10% de rebaja que le persigue en las hemerotecas.

Logroño, en lo que a financiación se refiere, exigió por boca de su alcalde «igualdad, es decir, un marco financiero estable, previsible y transparente» –suficiencia y estabilidad desde los presupuestos nacionales– y reclamó al Gobierno de España «mejores tasas» para el aeropuerto, así como que se «aceleren los trabajos» para finalizar la Ronda Sur.