Empieza en Gran Vía, 31 la construcción de 28 pisos de lujo y un local comercial

Por delante queda un año y medio de trabajos para que la empresa riojana Construcciones Qoda levante el residencial de lujo previsto para junio del 2019 y que, como adelantaron ayer fuentes de la obra, será «un edificio muy diferente al resto de esta céntrica calle», y tendrá la particularidad de acoger «un inmenso local comercial», de 1.200 metros cuadrados, con entrada desde Gran Vía y Teresa Gil de Gárate, «aunque de momento es pronto para avanzar el uso que tendrá».

La urbanización, que promueve Building Center, consta de un solar de 1.480 metros cuadrados, distribuidos en un edificio en forma de 'L', con vistas a Gran Vía y Gil de Gárate. Además de viviendas, habrá dos oficinas, 38 trasteros y 78 plazas de garaje. De momento, el proyecto no se está comercializando, aunque la previsión es comenzar con la venta en breves semanas. Respecto a los precios, nada ha trascendido por parte de Building Center, la filial inmobiliaria de Caixabank, pero dadas sus características, con materiales de última generación y su ubicación, los agentes inmobiliarios consultados ya aventuran que cotizarán alto. «Seguramente serán las viviendas más caras de Logroño, máxime teniendo en cuenta la dificultad de encontrar una vivienda nueva en el centro de Logroño». Como recordaban en Inmobiliaria Gran Vía, hacía mucho que no se construía en esta céntrica vía, «de hecho es la primera promoción de los últimos 15 años», a excepción de la vivienda derruida por una explosión, aunque en este caso se trató de una reconstrucción. Por su parte, desde la Asociación de Empresarios de la Construcción (CPAR) constatan los problemas para encontrar vivienda nueva en el centro de la ciudad. «Este proyecto inmobiliario es de las pocas construcciones nuevas emprendidas en Logroño».

Un edificio actual, de estética diferente e inteligente. Así se refirieron los arquitectos, Luis de Miguel y Miguel Martínez, del Grupo Inar, al proyecto inmobiliario que lleva su firma. «Va a ser un edificio emblemático, que se distinguirá del resto de construcciones de Gran Vía». Por fuera, será discreto en sus proporciones (la fachada medirá 16,5 metros frente a los 23 metros de la de Gil de Gárate), pero aseguran que gustará por su revestimiento en granito de color ocre y sus características pilastras que unirán las viviendas de dos en dos». Será, además, una vivienda de máxima eficiencia energética, que permitirá a los inquilinos beneficiarse «de importantes ahorros» e incorporará las últimas tendencias domóticas. «No tendrá nada que ver con las viviendas de hace 10 o 15 años, incorporará placas solares, aislamientos...».