Los que han elegido Las Cañas

No, su parcela nueva no tiene suministro de alta tensión. No hay aparcamientos, de manera que hay que dejar los vehículos en cualquier sitio. Tampoco hay transporte público, con lo que el último trabajador incorporado a Talleres Peña tiene veinte minutos andando después de bajarse del autobús, cuentan los hermanos.

Los responsables de Losa Ingenieros fueron adjudicatarios del terreno en el que van a levantar un pabellón de 2.000 metros cuadrados, para el que también están esperando la licencia, a la vez que Talleres Peña, en enero del año pasado. Aunque hubo una oferta pública municipal de nueve solares, solo se enajenaron estos dos.

En su caso, se llegó a tomar la decisión de optar a este suelo industrial después de haber buscado por otros polígonos de la capital. Se encontraron con que la oferta es más bien escasa y, además, cara, señalan en la firma.

El polígono de Villamediana podría haber sido, pero, en su caso, los desplazamientos importan y la mayor parte de su trabajo se desarrolla dentro de la capital. De ahí la preferencia por la misma a la hora de elegir y, en ese momento, el de Las Cañas era el solar que estaba disponible y que se ajustaba a sus necesidades. El espacio en el que crecerán se encuentra en otra parte del polígono diferente a la de los Peña, en la de los concesionarios y, allí, están todos los servicios en funcionamiento y esperan tener las condiciones adecuadas, si bien en alguna ocasión anterior desde esta parte del polígono también han pedido mejores conexiones con Logroño, autobús urbano que facilite el acceso de trabajadores y clientes.

Vental es de las primeras empresas que se instaló en la zona. Sus responsables adquirieron el suelo en 2006, pero su traslado no fue posible hasta el año 2012 y su estancia en esta ubicación se ha convertido en «una odisea», cuentan, porque lo primero que tienen que hacer los lunes, cuando llegan a trabajar, es recoger los restos que quedan de las carreras ilegales que se celebran los fines de semana en la zona. Se sienten desatendidos, apuntan desde la entidad.

Señalan además desde la empresa que, si bien en la zona en la que ellos se encuentran pueden desarrollar su labor, en la parte que se quiere promocionar –el 'desierto', lo llaman en el entorno quienes trabajan por allí– el acceso está cerrado, toda la instalación eléctrica permanece desmantelada por robo y solares y aceras están llenos de arbustos y hierbajos...

La última convocatoria de parcelas por parte del Ayuntamiento fue la que se inició en noviembre de 2022 para terminar en enero siguiente. La próxima podría organizarse antes de que finalice el año, según confirmó el concejal responsable del área, Francisco Iglesias.

«La apuesta por el suelo industrial es fundamental. Esta ciudad tiene que crecer en suelo industrial, tiene que atraer empresas y conseguir que las que están en el casco urbano se queden en el municipio. Es la apuesta que vamos a hacer».

Para él, la convocatoria pública, la municipal, ha de hacer de tractor de la oferta del ámbito privado, de manera que los particulares que puedan poseer solares lleguen a ponerlas también en el mercado y estén a disposición de las iniciativas empresariales para que este polígono vaya cobrando vida.

Hay que tener en cuenta que, del total del polígono, el Ayuntamiento es propietario del 18 por ciento del suelo, es decir, de 160.000 metros cuadrados del total 868.000 metros cuadrados de suelo industrial, si bien el área se compone de hasta 1,7 millones de metros cuadrados. Como 180 campos de fútbol de primera división, detallaba en su momento quien se encargó de la obra de urbanización, Antonio Puértolas, de Tecnoproyect.

Recibido hace una década ya, en 2014, e inaugurado sin cinta pero con bombo, en aquel momento se hablaba de una inversión total de 45,2 millones de euros, 8,2 de los cuales del Ayuntamiento por su porcentaje de participación. La obra propiamente dicha sumó 35 millones y los otros diez fueron de gestión, proyectos, dirección de obras, pago al Consorcio de Aguas y una subestación eléctrica. Ahora han de plantearse nuevas inversiones para recuperar el tiempo perdido.

En torno al polígono Las Cañas se han ido articulando algún que otro ambicioso proyecto de distinta índole, ninguno de los cuales ha progresado, evidentemente, hasta el momento. Aún hay quien espera que en Las Cañas se levante el próximo parque científico tecnológico que prometió el Gobierno Andreu, con un vivero de empresas, laboratorios de tecnologías avanzadas y el centro de emprendimiento digital, además de los servicios centrales de la red, todo en una parcela municipal de 120.000 metros cuadrados. Pero lo cierto es que el Gobierno Capellán contempla, al menos el primer núcleo de este parque tecnológico, en La Fombera y especializado en emprendimiento digital al entender que la proximidad de las dos universidades allí, la UR y UNIR, permitirá que los jóvenes con talento puedan desarrollar sus ideas de negocio. Así lo manifestó en una entrevista a TVR en octubre pasado.

Y quedó en nada lo que iba a ser un centro de transportes con 450 plazas para vehículos pesados en el que se llegó incluso a adjudicar el suelo. El Ayuntamiento recuperó la propiedad de la parcela que había otorgado a Parking Vigón XXI, incluso con indemnización para la empresa, porque había un plazo de dos años para entregar el solar con la urbanización realizada pero el desarrollo del polígono fue más lento de lo previsto y no se pudo cumplir esta condición.

Cuando por fin acabó la obra –se recibió en 2014–, que ahora hay que rehacer en parte, se habían invertido, solo en movimiento de tierras, 5,5 millones. Todo porque la superficie industrial se asienta en la ladera del monte Cantabria, al noroeste de la ciudad, junto a los polígonos de Cantabria y cruzado por la circunvalación este. Además, se construyeron 33 kilómetros de aceras, otros tantos en tuberías de saneamiento... Y, del conjunto, destacaba el paso inferior para peregrinos.. Pero, de siempre, la gran complicación ha tenido que ver con el suministro eléctrico. Esa asignatura todavía está pendiente.

Hace unos días, la consejera Belinda León y el alcalde, Conrado Escobar, se paseaban por el polígono de Las Cañas para mostrar su objetivo de colaborar en su revitalización. ¿En qué se va a concretar la tarea? La intención, según el edil responsable, Francisco Iglesias, es la de «recomponer todo el sistema de cableado eléctrico, fundamentalmente el de alumbrado público. Se van a tirar nuevos cables por todo el polígono de Las Cañas y se van a rehacer los centros de transformación y los cuadros de maniobra, tanto los generales como los de cada parcela». Los sucesivos robos registrados durante el tiempo que el polígono ha estado cerrado ha dejado desmantelada la infraestructura eléctrica y hay que recomponerlo todo excepto las canalizaciones, refiere el concejal.

Los trabajos se van a afrontar por fases. La 1, que se centra en la parte del polígono más próxima a la autovía A 13, ya tiene proyecto y ha entrado en el proceso que lleva a la licitación de las obras. Las demás parcelas, las más cercanas hacia la balsa de Viana, se articularán en las fases 2 y 3, con proyectos en redacción y con unas obras que se buscará simultanear.

También en estas fases habrá que acometer toda la parte de alumbrado público, de acometidas centros de maniobra... pero a la vez se va a aprovechar para arreglar viales, aceras en mal estado, con hierbas y, maleza, por lo que se dispondrá de alguna partida para asfaltado y obra civil. ¿Los dineros? Son 3 millones ahora, para la fase 1. La 2 serán otros 2. El Ayuntamiento, que es quien contrata las obras, pondrá el 50 por ciento y el Gobierno regional, a través de la Agencia de Desarrollo (Ader), el otro 50 por ciento. «La idea es hacer las fases 2 y 3 juntas. Estamos negociando con el Gobierno de La Rioja para ponerlo en marcha. También atacaremos las zonas verdes, que están abandonadas», dice Iglesias. Al menos, con un cambio de cara y, después, el mantenimiento entrará en el contrato de parques y jardines. En plazos, el concejal es más que optimista y querría estar en obras en verano y licitar las fases 2 y 3 antes de fin de año para terminar todo en 2025. Veremos.