Edificios solo para turistas

La oferta no deja de crecer. Y todo apunta a que entre las últimas incorporaciones al parque de viviendas de uso turístico de la capital va a estar el 8-9 de la plaza del Mercado. El proyecto de este bloque, que ahora es un enorme boquete en la fachada de la plaza, se encuentra en exposición pública en la web municipal como parte del proceso de tramitación de su licencia. La intención de la firma que promueve la intervención, la balear Crisol Azul, es adecuar veinticuatro apartamentos turísticos en un solar que está vacío desde 2010 y que ha estado a la venta en los últimos tiempos por 800.000 euros después de que la iniciativa que pretendía levantar catorce viviendas, un local comercial, una oficina y 22 plazas de aparcamiento, en 2016, naufragara. No es el único proyecto en este estado de tramitación. En la misma situación se encuentra otro que pretende este tipo de alojamientos en plena Vara de Rey, en lo que fue el Mesón Rocío.

¿Habrá coto? De momento, hay debate, si bien el que se produjo en el último pleno municipal sirvió para avanzar que probablemente habrá una ordenanza sobre este tipo de viviendas, a las que se le achacan problemas que van desde la subida del precio del alquiler convencional al vaciado de los barrios en los que se instalan, en el caso logroñés, sobre todo el centro histórico.

Una ordenanza ¿Para qué? Para poder restringir la adecuación de nuevos bloques completos de apartamentos turísticos en función del grado de saturación que se detecte en determinadas zonas de la ciudad, contó el concejal de Urbanismo, Íñigo López Araquistain. La cuestión es que Logroño tuvo en vigor una moratoria de un año, hasta 2021, cuando modificó sus normas urbanísticas para regular la construcción de los bloques de apartamentos turísticos y limitar las viviendas a los bajos, a las entreplantas y a los primeros pisos. La medida no frenó la proliferación de este tipo de alojamientos y, si el Consistorio se pensó volver a modificar las normas urbanísticas, los técnicos municipales han recomendado la fórmula de la ordenanza, alegó el edil, quien reconoce que su redacción aún está verde.

Logroño cuenta con cerca de 800 pisos turísticos, uno por cada doscientos vecinos, en torno a la mitad de los del conjunto de la comunidad. Son datos del INE conocidos a mediados de año, según recordaba, en este caso, en la mencionada sesión plenaria López Araquistain. En lo que al centro histórico se refiere, el 8% de las viviendas son pisos turísticos.

Este 2024 a punto de concluir se han tramitado nueve solicitudes de siete empresas para seis edificios completos de apartamentos turísticos, cinco de ellos en el Casco Antiguo, y tres más en locales. En total, 80 apartamentos.

La web municipal sitúa las licencias para viviendas turísticas, por ejemplo, en Barriocepo 29-31; en la espectacular esquina de Portales 12, donde se prevén 33 apartamentos; en Cigüeña 36 y también en 38, con Padre Marín; en la plaza Amós Salvador, en Olivares 5...

Durante 2023 fueron siete las solicitudes tramitadas, de seis empresas distintas, las que se gestionaron en el Consistorio. De ellas, el edil destacó cuatro edificios completos en el Casco Antiguo y otro fuera de este ámbito, así como otra adecuación de locales. Entre ellos se encuentra el bloque de la calle Sagasta 23 esquina con Barriocepo, que alojará 14 apartamentos turísticos y que todavía se encuentra en obras. El ejercicio se saldó con 88 apartamentos de uso turístico que sumar a la lista ya nutrida que tenía la ciudad.

En el fragor del pleno, el edil llegó a distinguir cuántos se gestionaron en los últimos tiempos de la anterior Corporación y en el año y medio que lleva la actual para resumir en que más o menos se han ido dando parecidas cifras. Y así vamos a más, a más.

Entre 2020 y 21 se tramitaron cinco edificios completos, cuatro en el Casco Antiguo. Y en 2022 fueron tres peticiones de otras tantas empresas para dos edificios, uno en el centro histórico y una planta baja, en total 18 apartamentos.

Y también en medio del debate, mientras el PSOE, que fue quien planteó el tema, se refería a la falta de vivienda, la pérdida de población de los barrios, la subida de precios del alquiler residencial, los problemas de convivencia vecinal y la falta de iniciativa que aprecia en el gobierno local... el concejal delegado del área mencionaba las casi 78.000 viviendas de la ciudad, de las que 62.000 son principales y 800 turísticas, el 1,02%.

A lo largo del año, las quejas vecinales por este motivo se han sucedido, especialmente las de los vecinos el centro histórico, que entienden que se expulsa al vecino tradicional y se destroza el barrio.

Este año ha sido de especial actividad reivindicativa del vecindario del centro histórico de la ciudad, que ha reclamado, entre otras cosas, su derecho al descanso y a la limpieza del espacio en el que viven, así como un modelo que ponga al vecino por delante de los visitantes y turistas.

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