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JAVIER CAMPOS
Miércoles, 15 de julio 2020, 13:46
Carlos, Diego, Aitor y Daniel en la primera mesa. Jesús, Fernando, Carlos y Francisco en la del medio. Y Javier, Iván y los dos Pablos en la última. Tres mesas, tres. Tres partidas, tres. Y un café, el Dover, en el parque de San Adrián, como escenario. El coronavirus lo ha cambiado todo pero, al menos en La Rioja, no ha podido con una costumbre tan arraigada en el tiempo como el mus, de la que el establecimiento capitalino se ha convertido en todo un referente.
La tan traída y llevada 'nueva normalidad' ha supuesto algunos cambios en cuanto a lo que juegos de mesa en establecimientos públicos se refiere, pero al menos ha permitido la vuelta de barajas y tapetes. El protocolo para reducir el riesgo de contagio del COVID-19 ha hecho extremar las precauciones con tantos y tantos 'clásicos' en locales hosteleros pese a que, al menos en la comunidad autónoma, no existe regulación específica alguna.
Si bien la mayoría de espacios para la tercera edad –de jubilados y pensionistas– continúan cerrados hasta nueva orden al tratarse de una población de riesgo por la pandemia, bares y cafeterías se han convertido en el refugio de quienes no pueden pasar sin los naipes, los dados, el dominó o diferentes tableros a fin de entretenerse y compartir un rato con los amigos.
El sentido común manda, y más en época de rebrotes, y cartas, fichas y demás elementos lúdicos –para echar la partida, como dicen unos y otros– se dejan ver, sí, pero lo hacen entre notables medidas de seguridad. Baraja nueva y limpieza y desinfección de cada elemento que pase por distintas manos se han convertido en algo tan habitual como órdagos, levantes, jaques, e incluso... de oca a oca.
«Tengo hasta el 'Trivial', sí, pero aquí a lo que se juega es al mus... pongo barajas nuevas, tapetes limpios, toallitas de gel hidroalcohólico para cada jugador e incluso, si alguien lo pide, guantes de nitrilo. Y todo, absolutamente todo, se desinfecta tras cada juego». Quien así lo cuenta es Ángel Monasterio, satisfecho de que la 'partida' haya vuelto, aunque con todas las medidas preventivas habidas y por haber. «Hay afición, sí, y hasta que no se levantó el estado de alarma yo no podía ofrecer baraja ni tablero alguno, y algunos clientes se los traían de casa para un uso personal», explica.
En La Rioja, y según aclaró ayer la Consejería de Salud a requerimiento de este periódico, no hay regulación alguna 'poscrisis' para juegos de mesa en bares, cafeterías y demás negocios hosteleros, pero sí que sería de aplicación lo regulado en la resolución de 20 de junio del 2020, punto 7.27, relativo a locales y establecimientos en los que se desarrollen actividades de juegos y apuestas, tras haber superado la desescalada.
«Se pondrán a disposición de los clientes dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad viricida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad, en todo caso en la entrada del establecimiento o local y en cada mesa de juego, que deberán estar siempre en condiciones de uso». Además, «entre un cliente y otro se deberá proceder a la limpieza y desinfección de cualquier tipo de máquina o dispositivo a través del que se ofrezcan actividades de juego, así como de sillas, mesas o cualquier otra superficie de contacto».
De la misma manera, la norma refleja que «se establecerán los mecanismos y procesos oportunos para garantizar la higienización, cada dos horas, de las fichas de casino, cartas o cualquier otro elemento de juego que se intercambie entre jugadores». Tanto los usuarios como los trabajadores que interactúen con ellos «deberán usar de forma recurrente, durante el desarrollo de esos juegos, los geles hidroalcohólicos o desinfectantes».
Si bien es evidente que son normas pensadas para casinos, bingos o salas de juego en general, Ángel lo tiene claro desde su bar y los jugadores de las tres mesas aún más... tanto que incluso las 'piedras' y los 'amarracos' los traen de casa. Todo sea por minorar peligros y dar rienda suelta a la pasión que les une. A ellos y a muchos más. El Dover, de hecho, se vio obligado a suspender su XIII Torneo de Mus en sus primeras rondas por culpa de la emergencia sanitaria. El SARS-CoV-2, al menos de momento, se impuso a las 128 parejas inscritas. Monasterio espera poder finalizarlo cuando sea... Hasta cuatro cruceros por las islas griegas y otros tantos premios esperan ganador. Merece la pena aguardar.
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