Bordarla a mano con hilo de oro costó tres años y una dedicación casi exclusiva por parte de las madres Adoratrices, que terminaron por convertir el manto de la Virgen de la Soledad en una obra de arte y, con el tiempo, en un referente ... de la Semana Santa de Logroño. Pero después de 70 años, el rico ropaje de la virgen se ha visto seriamente dañado y, tal y como afirma Ángel López de Murillas, requiere de una reparación urgente. «Si no lo hacemos, dentro de dos años ya no la podremos sacar en procesión», avisa. Ante esta situación, la Cofradía de la Soledad ha decidido restaurarla y para ello van a iniciar próximamente una campaña de captación de fondos, a través de una cuestación popular y la colaboración de empresas y fundaciones. «La restauración completa cuesta 100.000 euros, pero nuestro objetivo es reunir 60.000 para iniciar el procedimiento de la restauración».
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