Dentro del convento 'okupado'

Quienes hoy 'okupan' el inmueble abren las puertas a Diario LA RIOJA para mostrar el autodenominado «espacio para el desarrollo de la utopía» y dar a conocer el uso que se está dando a las recuperadas instalaciones. Y todo ello dejando claro que se trata de una 'okupación' para fines sociales y culturales y que nada tiene que ver con casos como los de Saturnino Ulargui o Doce Ligero. «Salud y alegría», fue el final del comunicado con el que rompían su silencio y donde querían publicitar que el centro «sigue adelante con más ganas y fuerza que nunca» y que «sigue abierto y con sus actividades en marcha».

-¿Okupas?

-Residentes ocupantes.

«Somos como una gran familia, que tenemos vida fuera de aquí, y queremos que la gente interesada en el proyecto se acerque a conocernos y, si quiere, se sume a él porque queda mucho por hacer», sentencia el grupo formado por una decena de jóvenes que prefiere no dar nombres. «Ni okupas al uso ni violentos... ni del País Vasco ni de Navarra», como se les ha querido vender tras la expulsión registrada. Algunos, según dicen, llevan mucho tiempo trabajando en la idea. «Queremos que esto crezca con amor y actitud positiva», recuerdan. Fotógrafo y redactor acceden al centro por la puerta del otrora convento y comprueban el estado de los dos calados totalmente recuperados que son usados como sala de exposiciones y teatro como si de una 'institución oficial' se tratase.

Cuatro plantas

De las cuatro plantas, el colectivo sólo ha acondicionado algunos espacios (la cuarta y última es la residencial y no dista mucho de cualquier piso de un joven de en torno a la treintena... o menos). Un póster de Kurt Cobain y una careta de Chiquito de la Calzada lo aclaran al primer vistazo. «Hay una organización y los correspondientes turnos de limpieza», dicen quienes 'okupan' unas instalaciones que, de lo contrario, se estarían «cayendo a cachos». «Llevamos apenas unos meses y hay pendiente mucho trabajo; pero cuando llegamos al edificio, abandonado, había sido desvalijado», explican en referencia al cableado, las tuberías, los radiadores y a cualquier otro elemento susceptible de venta o aprovechamiento, que fueron sustraídos.

'La libertad se conquista con las ganas de luchar', puede leerse en la pared de una cocina impoluta con una despensa bien surtida. «El centro está abierto y a disposición de quien quiera usarlo, siempre y cuando venga sin actitud violenta, discriminatoria, etc.», repiten. No todo vale. Colectivos como la Coordinadora Huelga Feminista de La Rioja, que estos días prepara los actos del 8M, y la Asociación Cultura Permanente, con sus eventos 'veggie', ya están presentes en un centro que está dando sus primeros pasos.

La visita, que no obvia rincón alguno, incluye el salón de usos múltiples; la tienda gratis; el cenador vegano; el taller de malabares, de costura, de carpintería, de tecnología, de tatuajes, de pintura y serigrafía; la biblioteca; el laboratorio... y todo ello basado en la «cooperación y el apoyo mutuo», amén de la «confianza entre sus miembros».

El convento da acceso al solar que forman en las traseras los inmuebles en torno a la 'puerta gótica' del 9 de Ruavieja, que se está habilitando como huerto.