Los constructores culpan a Hermoso de Mendoza de que las licitaciones queden desiertas

En concreto, la Asociación de Empresarios de Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR-CNC La Rioja) se centra en dos licitaciones (obras por un importe de 1,2 millones de euros), la de los accesos al polígono de Cantabria y la remodelación de los aseos de la ciudad. Aunque los constructores explican que «el problema es mucho mayor» y afecta a la Comunidad Autónoma y a otros municipios. El objetivo del sector es «revisar los precios públicos, evitar las bajas temerarias y lograr que no se eternicen las adjudicaciones».

En la nota de prensa de la CPAR, los constructores aseguran que «el alcalde de Logroño ya sabía que esto iba a ocurrir, y lo sabía porque ya se le manifestó en una carta enviada el pasado 28 de octubre de 2021 en la que le advertíamos de las dificultades, así como de las e injusticias cometidas contra as empresas para poder presentar ofertasen las licitaciones de los contratos públicos del Ayuntamiento de Logroño». «Dada la situación absolutamente imprevisible y que desborda cualquier previsión razonable de la evolución de las materias primas y la demora que ello está acarreando en los plazos de suministro de materiales que venimos arrastrando incluso antes del comienzo de la guerra de Ucrania, y con el fin de adoptar medidas proactivas que permitan el mantenimiento de la actividad, desde CPAR se solicitó al alcalde de Logroño que adoptara las medidas oportunas para que todos los órganos de contratación del Ayuntamiento de Logroño sean sensibles con esta situación inasumible», añaden.

En este sentido se pidió a Hermoso de Mendoza medidas para «permitir el reequilibrio económico de los contratos» o «prorrogar los plazos de ejecución». Ni estas ni otras solicitudes han sido aceptadas, explica la CPAR, que también solicitó que «los órganos de contratación del Ayuntamiento de Logroño puedan reconocer el derecho del contratista a percibir una indemnización o compensación por los daños y perjuicios efectivamente producidos como consecuencia directa e inmediata del imprevisible aumento del precio de las materias primas y del retraso anormal en el suministro de materiales que estamos viviendo en la actualidad».

«Toda licitación debería tener ya los precios actualizados y establecer un sistema de reequilibrio económico estable en el tiempo, como estuvo desde 1955 hasta la ley de desindexación de 2015. La razón de ello es que alrededor del 95% de las obras no está teniendo revisión de precios, y los sobrecostes de las obras están superando de media el 33%, por lo que las PYMES riojanas están soportando íntegramente la escalada de precios de las materias primas en los contratos públicos. Una situación inasumible», concluye la nota.