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A la segunda, pues la primera licitación quedó desierta, el Ayuntamiento de Logroño confía en poder llevar a cabo la necesaria sustitución de uno de los dos hornos de los que dispone el crematorio municipal, anexo al cementerio, también de propiedad pública. Así, todo está ... pendiente de que la propuesta presentada por CJM Obras y Gestión Sostenible (Construcciones José Martín), la única recibida por la Administración local, cumpla con todos los requisitos para afrontar un proyecto tan esperado como necesario.
Y todo ello tras el revés que supuso que nadie optase a tales obras durante el primer procedimiento, que iniciado en octubre con las previsiones de poder adjudicar las mismas de cara a finales del pasado año, principios de este, tuvo que ser interrumpido de golpe y porrazo en noviembre tras ser declarado desierto. A partir de ahí, aunque ya a finales de diciembre, nuevo intento, el que a la postre puede ser definitivo. Y por apenas unos miles de euros más, de 239.999,99 a 242.999,98 y un plazo de ejecución de cuatro meses.
El proyecto de obras, en cualquier caso, se mantiene, y consiste en reemplazar uno de los dos incineradores existentes, concretamente el que más problemas acumula. «Logroño cuenta con dos hornos en el crematorio, el primero construido en 2001 y el segundo en 2010. Y de cara a la sustitución de este último, el de menor capacidad (dedicado a la incineración de restos) y que ha sufrido más averías, se han dado los pasos necesarios con independencia de otras decisiones en presupuestos futuros», explicó en su día la portavoz Celia Sanz.
«Dado el alto número de cremaciones que se realizan, y su tendencia al aumento, los dos hornos que se utilizan se están deteriorando y quedando obsoletos para poder acoger el gran número de servicios demandados actualmente. Por ello, es el momento de instalar un horno de altas prestaciones que pueda absorber en gran medida el global de cremaciones, sustituyendo el horno que solo sirve para restos», reza la memoria en cuestión.
Por ello, con estas obras, el camposanto de la capital de La Rioja contará con un nuevo horno crematorio «de mayor capacidad, además de adecuar las salas de incineración y la de introducción de féretros». Los planes, en ese sentido, pasan por que «siempre que sea posible, las dos unidades existentes se mantengan en funcionamiento durante la ejecución de las mismas».
El nuevo horno «contará con una cámara de cremación diseñada para féretros de ancho especial, con una capacidad nominal de trabajo diaria de 4-5 cremaciones por jornada de 12 horas», precisó la edil del PP a la espera de si con ello basta o no dados los antecedentes, consciente de que siendo oposición exigieron medidas que ahora se tendrán que tomar en el gobierno.
Y es que los problemas en el crematorio son algo de sobra conocido (y sufrido), especialmente por quienes se han visto obligados a despedir a algún ser querido en invierno, cuando aumenta la mortalidad. De hecho, las averías en uno y otro retrasan incineraciones y trasladan otras fuera (los arreglos no son nada excepcional, y de hecho se presupuesta una partida para su mantenimiento, aunque la pandemia los puso al límite). Por lo que respecta a este año, al menos de momento y según la Administración local, «funcionan con normalidad» y no ha habido que lamentar incidencias.
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