Patrimonio acuerda documentar y proteger los restos del convento hallado en las obras del Sagasta

Las obras de reforma del Sagasta admiten todo tipo de matices en su discurrir.Desde ayer disponen de un nuevo argumento que puede comprometer la conclusión de sus trabajos en las fechas previstas, aunque desde el Ejecutivo se afirma que no se alterará el ritmo de las obras. El Consejo de Patrimonio acordó en su reunión en torno a los restos de la antigua iglesia del Convento de los Carmelitas que han aparecido recientemente en las obras de rehabilitación dotar al edificio de una protección superior. Como recordó en un comunicado el Gobierno riojano, luego de que «hace unas semanas» se realizaran sondeos arqueológicos «en las crujías norte, este y oeste del edificio del centro y en esas zonas», como estaba más o menos previsto, «aparecieron varios restos del antiguo convento y de parte de la iglesia».

Del informe del seguimiento arqueológico que analizó ayer Patrimonio se desprende su visto bueno a la solución técnica propuesta por el arqueólogo. «Documentar, proteger y tapar esos restos para continuar así con normalidad el ritmo de las obras, incluyendo la redacción de un proyecto de modificado que será remitido nuevamente al Consejo para su informe», explica la nota de prensa. «Además», prosigue, «durante la fase de redacción del proyecto, aparecieron también restos de la antigua muralla construida en Logroño para defender la zona del Convento de los Carmelitas durante la primera Guerra Carlista». De ahí que, a la vista de que en esta fase de la obra ha surgido otra parte de la muralla (lo que ha provocado ligeros cambios en el proyecto), el Consejo de Patrimonio aceptará la propuesta técnica de mantener esa porción de muralla, «desplazar de nuevo la escalera de la zona sureste del edificio y poner en valor los restos».

Además, y al margen de la aparición de los restos arqueológicos, el Consejo de Patrimonio también estudió otra propuesta remitida por los técnicos sobre las arquerías de los patios interiores del instituto, una vez que se hizo un análisis de la estructura «y se detectó que había fisuras en los arcos de los patios interiores». «En principio se optó por reforzar la arquería, pero durante el trámite de comprobación se encontraron diferentes patologías en esos arcos», señala Patrimonio que solicitó un informe que desaconseja acometer ese refuerzo y que propone tirar los arcos y volverlos a construir. El Consejo autorizó ayer la propuesta, «que será a coste cero».