Conrado Escobar repite. El PP, cerrada (o tal vez solo aplazada) la crisis de liderazgo en La Rioja, vuelve a confiar en él. Y él quiere responder a tal confianza recuperando Logroño y, de paso, ayudando a Gonzalo Capellán a recuperar La Rioja para su partido. El ya alcaldable pretende volver a hablar de la ciudad y de su gente como un conjunto, más allá de la movilidad que lo ha dominado todo en este mandato.
–Se lo preguntaré sin rodeos, ¿es Conrado Escobar el mejor candidato que podía presentar el PP a la Alcaldía de Logroño?
–Es el mejor candidato que el PP ha decidido que fuera, punto. No sé si soy el mejor, pero tengo la seguridad de que voy a darlo todo porque soy alguien que quiere a su ciudad, me apasiona Logroño. Luego ser el mejor o el peor, quien lo decide son los logroñeses.
–¿Y cómo se ha sentido sabiendo que su propio partido barajaba otros nombres y los lanzaba en forma de encuesta?
–En una situación electoral, como es la actual, creo que todas las personas que se pudiesen barajar, como otras muchas que no lo fueron, son excelentes políticos. Pero lo importante no es quién encabeza la lista, sino el proyecto, que haya un programa que identifique a unas siglas. Y yo ya dije que en mi partido se me permite apostar por las mejores siglas posibles, las de los logroñeses.
–¿Se llegó a ver alguna vez fuera de la 'cabeza de lista'?
–He pasado por muchas circunstancias a lo largo de mi vida política, pero no me ha preocupado esa. Lo importante no es tanto cómo me haya visto yo, sino que lo que yo represente pueda ser ilusionante para los logroñeses.
–El 28M, según usted, Logroño debe elegir entre el experimento fracasado socialista o el proyecto experimentado popular.
–Esa idea refleja claramente mi sensación y la de muchos logroñeses: se ha contrariado el espíritu y el alma de Logroño. Hay un sentimiento de ciudad que es la razón de convivencia y que es lo que fundamentalmente se ha quebrado. Lo de imponer sin haber tenido la honestidad de haberlo anunciado previamente creo que es un experimento totalmente fracasado, pero la última palabra la tienen los logroñeses. Por contra, el PP ofrece experiencia de gestión, como partido y en lo que a mí corresponde, fiabilidad y credibilidad y, ante todo, una vocación permanente de consenso. En Logroño cabemos todos y hoy percibo que a mucha gente se la quiere expulsar, y que el que resulta diferente o no opina igual es incómodo.
–Sin embargo, ¿es consciente de que se le acusa de llevar toda la vida en esto? Hay quien tras su presentación dijo: nos hablan de cambio, y nos presentan otra vez a…
–Al mismo (risas). Yo estoy en política por dos razones: por vocación y por convicción, y no por necesidad. Soy abogado, he trabajado en muchos sitios, he sido consejero de empresas y tengo acreditada experiencia en el terreno laboral, pero a mucha honra estoy ejerciendo una labor de profesional de la política porque, sencillamente, creo en ella como elemento de mejora y servicio. Y ese es el activo que pongo al servicio de la ciudadanía una vez más.
–¿Sin el congreso esperado, acude el PP a las urnas unido o solo lo sabremos el 29 de mayo?
–El partido está unido, integrado y, además, ilusionado. El acto del martes fue muy significativo, no para mí, sino para el partido, con muchos alcaldes de La Rioja, pues yo personalmente quise lanzar un mensaje de que Logroño no se entiende sin los pueblos de la región. Ese es el PP, su fortaleza, y estamos en disposición de recuperar la confianza de logroñeses y riojanos. Creo que se han tomado las decisiones más acertadas en las actuales circunstancias, y lo importante no es congreso, sino el proyecto; los equipos y no las personas.
–¿Será usted el encargado de hacer su lista? ¿Repetirán muchos, veremos caras nuevas?
–Yo tendré que hacer mi lista, pero una lista no es de uno solo. Si estoy hablando de proyecto y de equipos, yo tendré mi papel, pero también tendré que contar con diferentes opiniones. Es un proyecto coral, y hay que hacerlo de manera colaborativa y respetando los cauces del partido… como que los candidatos se eligen en Madrid. No toca ahora el tema listas, pero tengo la certeza de que hay mucha gente con ganas, empezando por el equipo que me rodea, y muchos otros que están dispuestos a vaciarse, como yo, por Logroño.
–El martes fue su acto de proclamación, digamos que oficiosa, y ya llegó su primera promesa: un plan de choque en los primeros 100 días «para recomponer los desbarajustes» del PSOE.
–Se trata de un plan de cambio para recuperar la esencia de Logroño, que empezaría con todo aquello que tenga que ver con fortalecer el consenso y la convivencia. Ha sido un mandato en el que se ha estado trabajando al margen de los logroñeses, y eso es lo más criticable. Así, las primeras medidas tendrán que ver con la fiscalidad: la situación de Logroño permite rebajar al menos un 10% el recibo medio con carácter general (IBI, circulación, basuras, tasas… todo). Sería tramitarlo, vía ordenanza y presupuestos, para aplicarlo en enero de 2024. Y más específicamente, cuando lleguemos al gobierno, sí que seremos más decididos con las zonas afectadas por las obras para una fiscalidad cero con carácter retroactivo aplicable este año con devoluciones, dado el caso, para las actividades perjudicadas.
–Se refirió al «despropósito» en las Cien Tiendas y dijo que ahora le tocaba de nuevo a Duquesa de la Victoria. ¿Qué piensa hacer al respecto teniendo en cuenta que muchas obras estarán terminadas o en marcha el 28M?
–Lamentablemente, comenzaremos la legislatura con obras comenzadas y no consensuadas ni consultadas. Primero habrá que abrir el foco; cuando hablamos de movilidad y sostenibilidad hay que tener una visión de conjunto que ahora se no tiene. Lo que sí le puedo decir es que ninguna de mis decisiones se tomará sin el consenso ni la participación real de vecinos y comerciantes.
«(Conrado Escobar) es el mejor candidato que el PP ha decidido que fuera, punto»
sobre su candidatura
–¿Se acabará lo empezado?
–Habrá que ver cada caso, no renuncio a nada porque no sé lo que nos vamos a encontrar. Si ahora me pregunta que qué haría en Duquesa, respondería que no empezaría; pero no sé qué grado de ejecución va a tener. Si ahora me pregunta si es lo que yo haría, pues le diría que rotundamente no. Y qué decir de las Cien Tiendas, yo ya he dado mi solución: cesión de contrato o resolución de mutuo acuerdo del mismo.
«Se trata de un plan de cambio que empezaría recuperandola convivencia»
plan de choque anunciado
–Ayer mismo me preguntaba un amigo que qué carril bici era el que iba a quitar Conrado. ¿Qué revertirá exactamente de 'Calles Abiertas'?
–Es que ese es otro mantra que perniciosamente ha extendido la izquierda. Yo estoy a favor de la bici, y de los carriles bici, claro, pero también lo estoy del uso responsable del automóvil... a favor de la convivencia, en definitiva. No es una cuestión de carril bici sí, carril bici no, es de hacer las cosas bien, y las hay muy mejorables. Si tenemos un PMUS que seguir, por qué nos encontramos con ocurrencia tras ocurrencia que acaba en destrozo tras destrozo. Para hacer un carril bici hace falta ver si tiene sentido en esa zona, cuáles serán sus beneficiarios, qué consecuencias tendrá para el resto…
«Mis primeras medidas, las fiscales: rebaja del 10% en el recibo medio»
futuro programa
–Pero, seamos claros, volver a lo que había antes cuando los cambios ya están ejecutados…
–Lo dije claramente, creo que el programa 'Calles Abiertas' está derogado socialmente por la ciudad. El propio Hermoso de Mendoza dijo en un momento dado que no iba a hacer más, y luego se ha demostrado lo contrario. Ha engañado una vez más y eso no es admisible en política. No es tanto plantear tal o cual objetivo, sino tener la honestidad de defenderlo desde el principio y decirlo, caso que no pasó con el eje ciclista con el que ahora nos encontramos.
–Hábleme de intervenciones concretas…
–Lo que sí le puedo decir, y se lo he dicho a los vecinos afectados, es que la ciudad merece el respeto de ser consultada. Así que hablaré con cada calle antes de hacer nada, y con los técnicos municipales. Hay que medir cada intervención, y algo como de lo República Argentina, que ahora puede parecer más o menos razonable, se hace con Vara de Rey cerrada y, tratándose como se trata de una vía de salida, convierte a Logroño en inaccesible. Con esto digo que la ciudad es un todo, merece un modelo que va más allá de la movilidad, y que tiene que ver con recuperar el protagonismo de las personas. Ya he hablado de fiscalidad, pero ahora lo hago de vivienda. Y ahí planteo una agenda de vivienda municipal que incorpore a todos los actores con el objetivo de sacar entre 250 y 300 pisos con fórmulas para que la gente joven acceda por 200-300 euros al mes. Más problemas que atajar: nuestros mayores y las familias, con lo que medidas para la conciliación y de respiro deben formar parte de ese plan para los primeros 100 días; que no, que no es solo de movilidad.
«Dejemos de hablar de pinturas y bolardos y hablemos de personas y sus problemas»
El aspirante apuesta por «gestionar logroñeando» y tacha de «radical» la forma de hacer política de Hermoso de Mendoza
«Yo quiero hablar de la gente, de cómo solucionar sus problemas… propuestas que hemos lanzado a lo largo del mandato, pero que no han sido tenidas en cuenta. Ahí sí que ha sido exitosa la dialéctica del PSOE, que lo ha empapado todo de lo que no se necesitaba: abrir un debate dividiendo, peatones y ciclistas o conductores, coches sí o coches no, incluso izquierda o derecha cuando eso, en Logroño, no nos lleva a ningún lado», confiesa molesto Escobar.
–¿Y que dirá entonces a quienes le piden que deshaga lo hecho? No teme que ciertos sectores le den su confianza solo para eso. ¿Presentará un programa activo o reactivo?
–Mi proyecto para Logroño va mucho más allá de reaccionar a… y eso es lo que trato de explicar. Aunque sí le voy a decir que voy a erradicar la radicalidad en los planteamientos. El modelo que se ha elegido aquí es el de Ada Colau y el de Manuela Carmena; y esta semana tuvimos aquí a Almeida y ya vimos lo que pasó en Madrid, que es lo que creo que puede pasar aquí. La radicalidad en Logroño no encaja y se ha apostado por una manera de hacer política, y ya no hablo de movilidad, demasiado radical para el estilo del logroñés. Cuando hablo de recuperar Logroño hablo de recuperar el diálogo, ese me tomo un café, me tiran de las orejas, llegamos a un punto de encuentro, y yo como alcalde encajo ese tirón de orejas; y eso es lo que no se hace ahora.
–Recuperar el consenso en los proyectos de ciudad. ¿Qué hará con la estación de autobuses y, ya puestos, con lo que quede del soterramiento?
–La ciudad es un proyecto siempre en continua perfección; de tal manera que hay una línea de continuidad que mantener, caso del proyecto del soterramiento, que solo es posible desde la colaboración y la coordinación y, por tanto, con coherencia por lo decidido por hasta cinco corporaciones. Me pregunta que qué voy a hacer con la estación en concreto, pues abrirla de una vez; y sin descubrir nada, pues hay un informe técnico que dice cómo hacerlo.
–A la espera de que el nudo de Vara de Rey esté concluido…
–El nudo va a marcar el principio y el fin de la legislatura de Hermoso de Mendoza, al que se le ha atragantado y no será porque no se lo advertimos. Ahora bien, sería poco realista por mi parte decir que si voy a hacer tal o cual. La prioridad, a estas alturas, es acabarlo.
–Del CCR ni pregunto...
–Pero no abrirá por la providencia, habrá que trabajar para ello y nosotros ya presentamos nuestra propuesta concreta.
–«La ciudad es un clamor, ya está bien de tanta imposición y prepotencia», decía durante su presentación el presidente del PP de La Rioja. ¿De verdad que hay ese clima en la calle?
–Tengo la sensación, igual que pasa a nivel nacional, que el PSOE está más cómodo en la división y el enfrentamiento que en construir, y yo tengo el propósito de sumar, de recomponer ese clima de convivencia. Por qué enfrentar a comerciantes con hosteleros y vecinos, a un peatón con un ciclista o un conductor, si todos participamos de la misma realidad cotidiana. No es nada nuevo, pues el primer acuerdo que propusimos al inicio de mandato fue un pacto de convivencia.
–Así que cuando Hermoso le acusa de ser el candidato de la doble fila, usted siente que es por incidir en esa división.
–Ese es un planteamiento que hay que superar, y yo no entro porque ahí están los hechos y Logroño merece una política más elevada, no el enfrentamiento como único argumento de gestión. Por ello, insisto, cuando hablamos de recuperar, hablamos de recuperar ese gestionar logroñeando. Vamos a dejar de hablar de pinturas y bolardos y vamos a hablar de personas y sus problemas: de fiscalidad, de vivienda, de conciliación, de ayudas a jóvenes y mayores, del reto demográfico...
–Y si no gana las elecciones en esta segunda oportunidad, ¿qué?
–Ya lo veremos. A los 58 años soy consciente que esta es mi oportunidad definitiva de ser alcalde, pero ahora no toca pensar en el día después. Hoy es hoy y aquí estoy, con la obligación de servir a Logroño y ofrecer el mejor proyecto para gobernar.
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