La concha del peregrino espera su nuevo caparazón más de un año después

El caso es que desde entonces, y ha pasado ya más de un año, la concha del peregrino permanece a la espera de un nuevo caparazón. Aquellos días, con Diario LA RIOJA como testigo y atento al caso, se retiró el bronce que pudo salvarse y se cubrieron los huecos con mortero de cara a restituir las piezas con el nuevo material elegido. Las previsiones eran las de encontrar la piedra adecuada de «común acuerdo» con su autor, José Antonio Olarte, pero aún se está en ello.

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Desde el Ayuntamiento de Logroño, curiosamente, publicitaban hace algunas semanas que el mirador donde se ubica se había desbrozado permitiendo por fin «ver en todo su esplendor el Puente de Piedra y el Casco Antiguo». Se olvidaban, eso sí, de cualquier mención al símbolo del Camino de Santiago con el que la capital de La Rioja da la bienvenida a los peregrinos antes de subir al fielato, que desde julio de 2023 dista mucho de mostrar su mejor cara –su mejor caparazón–.

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Ahora, y a requerimiento de este periódico, el gobierno local asegura que aquella «solución provisional» será reemplazada por una «solución asfáltica de acabado pétreo», pero que al no ser necesario un contrato específico se aprovechará alguna obra de mantenimiento en el entorno para culminar el arreglo y que la concha vuelva a brillar. Sin plazo ni fecha alguna por muy temporal que se dijese en su día.

Ya en 2018 el Ayuntamiento se vio obligado a reponer algunas de las 'vieiras' de Olarte que señalizan la ruta jacobea a su paso por Logroño –con el mismo diseño–. Las piezas, instaladas desde el 2002 por iniciativa del gobierno del entonces alcalde Julio Revuelta, son también de bronce y algunas habían desaparecido precisamente por su valor económico.