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Definitivamente fue un robo. Un robo del metal que ha desdibujado el símbolo que da la bienvenida a los peregrinos a su llegada a Logroño. «Me dicen que lo sustrajeron para su venta», explica el 'hospitalero' del Camino de Santiago a su paso por la capital de La Rioja que dio aviso de lo sucedido la semana pasada al grito de «¡han destrozado la concha!».
El destrozo de la oficialmente denominada 'concha del peregrino', que el pasado viernes amanecía sin varias de sus piezas incrustadas en el pavimento de la ruta jacobea que junto al Ebro va a dar al Puente de Piedra, fue de inmediato puesto en conocimiento de la Policía Local, que poco pudo hacer aparte de confirmar los daños.
Unos daños que, a día de hoy, están 'acordonados' con unas vallas perimetrales a fin de evitar tropezones y caídas pues, no en vano, el suelo ha quedado agujereado (con los huecos que ha dejado la sustracción de la citadas piezas metálicas). Una escena que se presenta a ojos de visitantes –y de viandantes locales– en una especie de mirador junto al río antes de subir al fielato.
«Deberían dar una solución, aunque fuese provisional, un cemento teñido o algo similar pues, por mucho que se evite el peligro cortando el paso a la zona, no da buena imagen de la ciudad, del Camino o incluso de nuestro país teniendo en cuenta que en estas fechas vienen no pocos peregrinos internacionales», apunta el citado 'hospitalero', voluntario que se encarga de la atención durante la ruta, muy frecuentada durante primavera y este comienzo de verano.
Y lo cierto es que en ello se está. Así, desde el Ayuntamiento de Logroño, y a requerimiento de Diario LA RIOJA, se confirma que se ha dado aviso al Parque Municipal de Servicios para, cuando menos, dar esa solución provisional que permita, como poco, restablecer el pavimento. Y conseguir, de paso, no desdibujar el símbolo, es decir, que el mundial icono mantenga la forma. «La forma, valga la redundancia, de mantener la forma», explican.
De momento, eso sí, la zona se ha acotado mientras se estudia la fórmula para dar con la solución definitiva. Una solución definitiva que, además, tiene algo «de artesanal» pues se trata de reproducir las piezas que han sido sustraídas y de su colocación exactamente igual que estaban con el propósito de no alterar la 'obra' instalada en su día en el paseo Fermín Manso de Zúñiga, que así se llama el sendero entre el Puente de Piedra y el Puente de Hierro.
La intención, en cualquier caso, es la de restituir la concha del peregrino y devolverla a su estado original una vez descartado que fuese un acto de vandalismo y respondiese a un robo por el material del símbolo del pavimento en cuestión. «Las piezas extraídas del suelo no han aparecido por los alrededores, ni rastro alguno de las mismas, y hay quien comenta que sí que han hallado determinada herramienta de la que se han ayudado, por lo que podría ser que han sido pillados por alguien en plena noche», se explicó a este periódico cuando ocurrieron los hechos.
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María Díaz y Álex Sánchez
Almudena Santos y Leticia Aróstegui
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