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Concejales con acta y, desde ayer, con centro de trabajo. Al menos en lo que al edificio se refiere. Otra cosa es su sitio en concreto. '¿Dónde me siento yo?', era la pregunta más repetida. Que sólo seis de los 27 concejales de ... la nueva Corporación municipal logroñesa repitan respecto al mandato anterior da una idea de lo que pudo ser -y fue- el primer día laborable en el nuevo Ayuntamiento de Logroño.
Presentaciones y más presentaciones..., dudas y más dudas. Los pocos veteranos guiando los primeros pasos de los novatos. El alcalde trabaja en su estructura de gobierno -teniendo en cuenta que no hablamos de un gobierno monocolor, sino que al PSOE se le sumarán PR+ y UP, por orden de pacto-, mientras los grupos municipales mantienen sus lugares. José Manuel Zúñiga, en plenas conversaciones sobre sus futuras áreas delegadas, atendiendo el teléfono en uno de los despachos de la 'desaparecida' Cambia Logroño.
Nada que ver con la situación vivida hace ahora cuatro años, cuando la Corporación local pasó de dos a cinco grupos y éstos tardaron en poder instalarse definitivamente hasta nueve días después de tomar posesión, lo que generó notables tensiones y llegó a provocar protestas. Ayer, sin embargo, todo fue menos improvisado. Y es que en la práctica bastaría con cambiar el rótulo de las dependencias de Cambia Logroño por el de Unidas Podemos-IU-Equo. En la práctica, como es natural, todo se habla. Y habrá que ver cómo termina.
Si hace cuatro años PP y PSOE, ya establecidos, tuvieron que desocupar algunas estancias para que los 'nuevos' se asentasen, ahora el grueso de la mudanza será que los nuevos concejales con responsabilidades de gobierno se ubiquen en los despachos de los que sustituyen y ya están fuera. Caso de los dos únicos populares que repiten, Ángel Sáinz Yangüela y Mar San Martín, que ya se han reincorporado a sus anteriores puestos de trabajo. Fuera de las cuatro paredes consistoriales, como todo hijo de vecino, que diría aquel.
La jornada de ayer, entre reunión y reunión, sirvió para que unos y otros se dejasen ver por los pasillos. Las 'sedes' de los grupos municipales, abiertas a medias... no en vano, aún no cuentan con secretariado tras el cese en sus funciones del personal anterior. «Yo tenía claro para lo que venía desde antes del minuto uno», confesaba alguna concejala electa a la espera de confirmarse su área de gobierno. Otra cosa es el despacho.
«A ver qué nos dicen», repetían unos y otros. Concejal a la espera de sitio, podía ser el lema compartido de PSOE, PP, Cs, UP y PR+.
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