Mucho más que un comedor social

La creencia más popular y extendida es que Cocina Económica tendría en la alimentación su pilar fundamental. Sin embargo, con el paso de los años, el alojamiento y la educación son 'patas' tanto o más importantes en una base cada vez más consolidada. Más que un comedor..., reza el borrador de un folleto en preparación en el que se destacan otros servicios como son el alojamiento, la educación infantil, el acompañamiento y el apoyo al tercer mundo.

La realidad, tal vez desconocida, es que en los últimos tiempos Cocina Económica ha extendido su acción social en otros campos sin abandonar su fin fundacional, «ofreciendo alternativas a problemas individuales y colectivos, en situación de precariedad y vulnerabilidad, saliendo al paso de sus necesidades a través de los diferentes proyectos».

«Creemos en las personas y en sus posibilidades de cambio, consideramos a las personas capaces de actuar con autonomía y queremos atender a cada persona en todas sus dimensiones», son las ideas clave de un ideario tan vigente como el primer día. Así lo pone de manifiesto su director gerente, Javier Porres, quien acompaña a Diario LA RIOJA en un recorrido por las instalaciones, recursos y programas de la entidad más allá del comedor de Rodríguez Paterna.

Cocina Económica es mucho más que las 86.968 raciones repartidas el pasado 2017. Es el programa de acogida y atención integral para personas en situación de riesgo y exclusión social, es el alojamiento alternativo temporal 'Ricardo Rodríguez' y es el centro docente de primer ciclo de Educación Infantil 'Entrepuentes'.

Justo encima del comedor social, donde se da de comer y cenar «todos los días del año», se ubican las nueve habitaciones dobles que alojan a día de hoy a las nueve personas del programa de acogida y atención integral, que por la mañana ocupan su tiempo en los diferentes talleres del centro de día. Aitor Pina y Alberto Arancón, los profesionales en los que recae el peso del mismo, explican que se trata de que «la gente esté ocupada, entretenida y, sobre todo, con expectativas de futuro».

Desde el edificio en cuestión se accede al número 16 de la calle La Cadena, donde desde el 2005 Cocina gestiona la guardería 'Entrepuentes', primera y única del Casco Antiguo de Logroño. 40 plazas, todas ocupadas, con niños de familias de los programas de la entidad pero también con vecinos residentes en la zona.

«Desde nuestra apertura no hemos dejado de crecer y aprender, integrando a nuestro método actuaciones educativas de éxito... como la Escuela de Padres. Entrepuentes no sólo es un espacio de atención a los niños de 0 a 3 años, sino un lugar de encuentro para las familias», explica Eli López, su responsable. A escasos metros, Cocina Económica dispone del edificio Ricardo Rodríguez, en el 1-3 de la calle San Gil. Un alojamiento alternativo que consta de 19 apartamentos y cuatro habitaciones dobles con capacidad para 104 personas, que acoge a 68 actualmente. Con él se da respuesta a los nuevos perfiles de personas sin hogar. Además, el programa facilita la consecución de objetivos destinados a la adquisición de habilidades y posibilita una estabilidad personal y social «como paso previo a la vida autónoma», tal y como concluye Mari Ángeles Robredo, su coordinadora.