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El mal tiempo y la amenaza de lluvia ha obligado a un cambio de escenario de última hora y lo que iba a ser un acto al aire libre ha acabado siendo bajo techo. El polideportivo del colegio Ana María Matute ha acogido la ceremonia ... con la que este lunes se ha oficializado el cambio de nombre del centro educativo, antes llamado General Yagüe, y se ha dado cumplimiento así a la Ley de Memoria Histórica.
La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu; el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, y el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, han participado junto a los alumnos de quinto y sexto de Primaria y el director del colegio, José Ignacio Martínez, en un acto en el que también ha estado presente el sobrino de la escritora, David Matute, y la ilustradora Raquel Marín, que ha trabajado en la obra de la autora titulada 'El Río'.
Ante los pequeños, Matute ha recordado que su tía era una mujer «muy vergonzosa» que usaba la imaginación para superar esos momentos. «Se imaginaba a todo el mundo como si fueran bebés de pañales». «Ana María -ha dicho- era madre, escritora y una niña grande».
Andreu ha detallado a los alumnos los vínculos de Ana María Matute que «aunque era barcelonesa, desde pequeña pasó largas temporadas en Mansilla de la Sierra, donde vivió momentos muy felices y atesoró recuerdos que le sirvieron para convertirse en una famosa escritora». Les recordó también los logros literarios de esta mujer que ganó los premios literarios más prestigiosos de las letras españolas y «consiguió ser la tercera mujer de la historia en entrar en la Real Academia Española de la Lengua. Ocupó el sillón de la letra 'k' minúscula».
Por todo ello, la líder del Ejecutivo, quien junto a Uruñuela ha entregado a los alumnos cuatro lotes de libros de Matute, quiso hacer ver a los alumnos «la suerte de que vuestro colegio lleve el nombre de alguien así. Creo que la mejor forma de celebrarlo es, sin duda, leer los libros, por supuesto también de Ana María Matute, que es el mejor homenaje que se le puede hacer a una escritora».
El acto pone fin, de forma oficial, a un proceso de varios meses de duración y diálogo entre el Gobierno de La Rioja y la comunidad educativa del propio centro, en el que se han valorado diferentes propuestas y alternativas. La decisión final cumple, por un lado, con la Ley de Memoria Histórica; pero sobre todo supone dar al colegio logroñés el nombre de una mujer riojana (de adopción) que está considerada uno de los nombres imprescindibles de la literatura española en el siglo XX, y un auténtico modelo de referencia para la educación.
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