Un coche abandonado en pleno campo a las afueras de Varea pasa desapercibido... hasta ahora

Amigos de la Tierra en La Rioja insta al Ayuntamiento de Logroño a retirar un viejo vehículo que se deteriora entre la vegetación en el talud de un camino ante el riesgo de contaminación

Javier Campos

Logroño

Lunes, 27 de mayo 2024, 17:14 | Actualizado 23:24h.

Se trata de una imagen cada vez menos frecuente, la verdad, pero que aún se ve por los campos de aquí y de allá y que, en esta ocasión, justo a las afueras de Varea, había pasado desapercibida... hasta ahora. Y ha sido Amigos de la Tierra-La Rioja quien ha dado la voz de alarma.

La ONG ecologista ha solicitado por escrito al Ayuntamiento de Logroño la retirada de un coche abandonado en el citado barrio, concretamente «en el talud derecho de un camino asfaltado que va desde el cementerio hacia el campo de fútbol».

Un viejo vehículo que se deteriora según pasa el tiempo en el que, en principio y hasta hoy, nadie parecía haber reparado; «teóricamente en suelo público», según Amigos de la Tierra, quien constata en su denuncia su «mal estado».

Otra de las fotografías adjuntas en el escrito al Ayuntamiento de Logroño. Amigos de la Tierra

«Ha pasado tanto tiempo desde que se encuentra en ese lugar que el techo está completamente oxidado como se puede apreciar en las fotografías que adjuntamos. Sin embargo, lo más preocupante es la posible pérdida de aceite del motor contaminando el medio natural», puede leerse en la denuncia.

El colectivo verde pide que se retire el vehículo de dicho «medio natural» y que «si el suelo se encuentra contaminado por aceites, u otros, se proceda a su descontaminación».

Que la naturaleza llega a mimetizar todo lo que encuentra a su paso queda claro viendo el modo en el que el coche se camufla entre la vegetación. Y que cualquier clase de objeto llega a fundirse con el paisaje de tal forma que podría llegar a pensarse que siempre ha estado ahí parece un hecho atendiendo al citado vehículo.

En las calles de Logroño, hay tramos donde el paisaje urbano a menudo se ve interrumpido por la presencia de vehículos abandonados, una problemática que no solo afecta la estética del barrio en cuestión, caso de Lobete, sino que también plantea serias implicaciones legales y medioambientales tanto para propietarios como para las autoridades.