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El Club Tercera Edad Poniente pondrá el próximo 31 de octubre punto y final a su intensa historia iniciada el 17 de enero de 1985, ... cuando surgió como un dinámico centro de ocio dependiente de la parroquia San Francisco Javier. El centro dice adiós con 210 inscritos y deja un vacío en esta parte de la zona oeste de la ciudad, donde después de 34 años ya eran una institución. Lo cierto es que el centro languidecía por los problemas de humedad que llevaban soportando desde hace tiempo, un lastre que contrastaba con el ánimo de los socios que aun hubieran alargado un tiempo más su estancia en Beratúa, 36.
Pero no podrá ser. La Diócesis de La Rioja, llevada por la convicción de que el Club no pasa por el mejor momento, ha decidido vender el local. Y ya cuenta con un interesado. La venta no está cerrada aún, pero según ha podido saber este periódico, la espaciosa sede que en un mes abandonarán los jubilados está cerca de ser vendida a una iglesia evangélica, muy asentada en este entorno de Ronda de los Cuarteles. Desde la parroquia de San Francisco Javier ayer confirmaron la operación, aunque no el comprador, si bien aseguraron que nadie se ha quedado. Se ha puesto a disposición de los socios, aseguran, los locales de la parroquia de San Ezequiel Moreno para apuntarse a las actividades allí organizadas.
Fue en 1986 cuando el obispo monseñor Francisco Álvarez autorizó la cesión del local de Beratúa por 30 años. Un tiempo que concluyó hace tres años, y que se ha prorrogado de forma gratuita por otros tres. Aunque ya no habrá más aplazamientos. El Club Tercera Edad Poniente se cierra. Llegó a tener 400 socios y entre sus presidentes figuran Marcelo Carrera, Donato Beruete y, el último, Manuel Barrio. En el recuerdo quedan sus viajes de 15 días a destinos principalmente de playa y las sesiones de baile, amenizadas a veces por músicos jubilados y «de las que salieron muchas parejas». Todos los meses de octubre realizaban concursos de mesa, y, aparte de los juegos de salón, la actividad 'estrella' hasta el final ha sido la gimnasia.
El secretario del club, Eduardo Moure, certificaba el pasado día 11 el «cierre definitivo» en un escrito en el que se refería a «las actividades de todo tipo» que venían realizando. Convencidos de la necesidad de un centro para la tercera edad en la zona, en los últimos meses se han dedicado a buscar bajeras en las inmediaciones para dar continuidad a la asociación, pero, como señala el presidente, Manuel Barrio, no han encontrado nada parecido. También desde la asociación de vecinos Avezo se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para encontrar soluciones, pero como señaló ayer el concejal Iván Reinares, «la oferta de San Ezequiel da una respuesta adecuada» y hay programas municipales en la zona que no se cubren.
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