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Compactada y soterrada en su actual ubicación. Apenas quedarían por encima de la cota cero de la calle los edificios de acceso y unos elementos de ventilación, con lo que el aspecto exterior de la subestación eléctrica de Cascajos se asemejaría al de un aparcamiento subterráneo, con la diferencia de que, en este caso, se ha previsto un cerramiento curvo diseñado por el estudio del arquitecto Iñaki Ábalos, por eso de la necesidad de vallado, de la altura de un bajo, poco más.
La superficie que ocuparía esta nueva subestación es menos de la mitad de la actual y, con la finalización de la obra, se liberaría espacio para que la calle Miguel Delibes alcanzara los cuatro carriles que tiene previstos en vez de los dos actuales. El concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, ha mostrado este viernes el anteproyecto elaborado para intervenir en Cascajos. Aún no se atreve a dar fechas. Quedan cosas pendientes. Eso sí, no interfiere con la puesta en marcha y el funcionamiento de la estación de autobuses, ha asegurado.
¿Qué queda? De entrada, el coste de la intervención es de 4,6 millones en lo que a electrificación se refiere y uno más por la obra civil necesaria. De este total, Iberdrola pone 1,5 millones y se está trabajando, ha contado el edil, en que Logroño Integración del Ferrocarril, pueda aportar otra parte. Y ello pese a que la subestación se ha quedado fuera del ámbito del Plan Especial Ferrocarril, ha señalado Caballero, quien ha destacado las oportunidades que se han perdido a lo largo de estos años de soterrar la infraestructura dentro del ámbito del plan mientras que se han realizado las obras del ferrocarril.
Para él, trasladar la subestación al sector de Pedregales, que es la solución que se ha mantenido durante años, una vez que se descartó soterrarla en un solar próximo a la actual ubicación, que era el plan inicial, es «un falso debate» que además ha hecho que sea el Ayuntamiento quien, de entrada, deba correr con todo el gasto. Mantener la subestación en su sitio, que es el centro de la zona que abastece, hace que apenas haya pérdidas, mientras que las hay de importancia en la ubicación que se proponía. Serían 284 megavatios al año, casi 60 toneladas de CO2 adicionales con el actual mix de generación, ha calculado.
El proyecto que se maneja «aumenta la seguridad de las personas por la aplicación de las nuevas normativas; reduce el impacto ambiental; mejora la calidad de suministro; disminuye la afección a otros servicios, como agua, gas o telecomunicaciones y reduce la superficie ocupada en el 50%, lo que ayuda a una mayor integración en el entorno».
«La solución planteada tiene ventajas técnicas y también económicas» respecto a la del traslado, que subía considerablemente el precio a cuenta de la necesidad de obras de canalización de líneas de media tensión.
Lo mismo que el proyecto de soterramiento de la vía férrea no contemplaba túnel en Vara de Rey con Duques de Nájera, luego se le puso y ahora otra vez ha desaparecido, la subestación eléctrica de Cascajos estuvo prevista en un solar de Poeta Prudencio a escasos 150 metros de la actual ubicación, luego se quitó de allí para llevarla a Pedregales –viaje que nunca hizo– y ahora regresa al entorno de las estaciones, del que no ha llegado a marcharse. Y todo esto acompañado, en los dos casos, por interminables demoras a la hora de materializar las actuaciones, tan largas que aún no han concluido.
En este caso, hasta 2009 nadie tuvo problemas con la subestación, pero entonces se desataron quejas y movilizaciones y el traslado a Poeta Prudencio se paralizó hasta que en 2013 se anunció que la alternativa era Pedregales. Se dijo que había un acuerdo cerrado, a falta de presupuesto y plazos, pero no se supo más. Después, el pleno del Ayuntamiento volvió a discutir, a cuenta de alguna moción, del retorno a la zona del ferrocarril, sin éxito.
Tras presentar el anteproyecto, el Gobierno local, en boca de su concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, decía que este es uno más de los incumplimientos heredados del anterior Ejecutivo. «Nosotros, una vez más, nos hemos dedicado a resolver problemas, y nuestra gestión nos lleva a poder hablar hoy de una solución viable para la subestación eléctrica de Cascajos. Una buena noticia para la ciudad y sobre todo para todas las personas que viven en este barrio». A la vez, desde el grupo socialista, su portavoz, Iván Reinares, hablaba de «la desidia, la cobardía y las mentiras vertidas año tras año, por Cuca Gamarra y el PP», a quienes acusó de «entorpecer e instigar al vecindario, de paralizar el proyecto».
Y el grupo municipal popular, a su vez, consideró la decisión sobre la subestación como «una nueva muestra de la forma de gobernar de Hermoso de Mendoza, desandar lo que Corporaciones anteriores han andado y con una absoluta falta de transparencia respecto a sus decisiones».
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