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LA RIOJA
Domingo, 13 de junio 2021, 02:00
Lorenzo Cañas abandona todas sus responsabilidades al frente de la Cofradía del Pez. El prestigioso cocinero, cofrade mayor de la institución, confirmó ayer a este diario su decisión, madurada «desde 2019», pero precipitada en los últimos meses, porque «pertenecer a la Cofradía no significa estar ... de fachada, sino vivirla todo el año». La salida de Lorenzo no es la única. Al menos otros cinco cofrades le secundan y causan baja.
Cañas es consciente de que su cese «irrevocable» provoca un enorme impacto en la sociedad logroñesa, pero entiende que pertenecer a la Cofradía «es un sentimiento que hay vivir todo el año, no solo en el acto más representativo, como es el reparto del pez, el pan y el vino, el día de San Bernabé». Además, no esconde que ha habido «desacuerdos» y añade que la situación vivida por la pandemia lo ha precipitado todo finalmente: ni se han celebrado reuniones (cabildos) durante este tiempo marcado por el COVID, ni tampoco este año, coincidiendo con el quinto centenario del Sitio de Logroño, se ha batallado para celebrar el tradicional reparto del pez, un acto que podría haberse llevado a cabo cumpliendo rigurosamente las medidas de prevención que la situación epidemiológica exige.
Además, Cañas considera que tras 50 años en la Cofradía «ha llegado el momento de dar paso a otros». Una determinación que toma «con mucho dolor», pero «sin ninguna tristeza», convencido de que es una decisión que llega en el momento justo: el de tan redondo aniversario para los logroñeses. Y con el orgullo de haber revolucionado la tradición, introduciendo la trucha, que es «garantía de sanidad alimentaria», tras diversas pruebas realizadas en su propio restaurante.
La renuncia deberá tratarse en un cabildo extraordinario de la Cofradía del Pez pero, «a pesar de los mensajes que me están mandando mis compañeros, estoy seguro del paso dado y no voy a reconsiderar seguir adelante».
En esa misma reunión deberá tratarse la salida de al menos otros cinco miembros más. Aunque algunos de ellos eludieron pronunciarse ayer sobre ello, esgrimiendo que se trata de «un asunto interno» de la Cofradía o «un tema privado», otros sí se posicionaron de forma «solidaria junto al cofrade mayor», subrayando además que los problemas «ya venían de años atrás, pero lo definitivo ha ocurrido en este».
La secretaria de la Cofradía, María Díez del Corral, explicó que hasta el momento «todos son rumores»: «Todavía no han llegado las cartas y se tiene que celebrar una reunión para llevarlo a cabo».
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