La calzada romana de Varea sale a la luz en La Estrella

«Roma construía para la eternidad», han dicho. Y lo aparecido en Logroño es buena prueba de ello. Una calzada pensada para «con un mínimo mantenimiento garantizar la máxima durabilidad» y de ahí su excepcional estado de conservación. El tramo, de varias decenas de metros (podrían ser entre 25 y 50 íntegros), fue hallado a finales de septiembre dentro de los trabajos de sondeo y evaluación arqueológica del trazado de la actual Calleja Vieja, en cuyo entorno se están desarrollando las obras del proyecto 'Urbanización de la U.E. P.12.8 Calleja Vieja' del barrio de La Estrella.

«Hoy presentamos lo que la arqueología preventiva nos ayuda a poder vislumbrar... un pequeño tramo de autopista de época romana que viene a sumarse a descubrimientos recientes como la necrópolis visigoda de Grañón, la villa romana de San Cristóbal en Lardero o todo lo que está apareciendo en el IES Sagasta», ha dicho Calonge, quien ha adelantado que la calzada aparecida se integrará en una futura zona verde que sirva para divulgar esa parte de nuestra historia.

«El trazado de la actual Calleja Vieja cuenta con protección arqueológica y está recogido dentro el plan director de la Vía de Comunicación Romana de Italia a Hispania a su paso por la Comunidad Autónoma de La Rioja, ya que se trata de uno de los trazados de la Calzada Romana del Ebro a su paso por Logroño», ha recordado el concejal de Patrimonio y Centro Histórico.

Y es precisamente por ello por lo que, según Gabriel Ezquerro, uno de los arqueólogos responsables de la intervención, «el objetivo de la misma ha sido localizar restos atribuibles a caminería histórica de origen romano bajo la actual Calleja Vieja y establecer criterios de actuación durante la fase de urbanización... criterios de actuación encaminados siempre a documentar y proteger cualquier vestigio arqueológico que pueda verse afectado por las obras».

El resultado de los sondeos arqueológicos ha sido muy positivo, ya que no solo ha permitido documentar hasta tres fases constructivas de la calzada romana (la original del siglo I a.C., y dos posteriores reparaciones, una del siglo I d.C. -altoimperial- y otra del III d.C. -bajoimperial-), sino que también ha permitido identificar con claridad niveles constructivos romanos en lo que a arquitectura vial se refiere. Algo que cobra más importancia al ser la primera vez que se aprecia en todo el recorrido de la Calzada Romana del Ebro a su paso por La Rioja.

Pero quizá el detalle más curioso de los que se han observado, en opinión de Ezquerro y Zubillaga, son las marcas de paso habitual de tráfico rodado por la primera y más antigua de las fases documentadas de la calzada, es decir, la capa de rodadura de los carros de entonces. «No hay que olvidar que esta, como cualquier otra de las calzadas que cohesionaron el Imperio Romano, eran auténticas carreteras, esto es, vías de comunicación proyectadas, construidas y equipadas para soportar el tráfico rodado de la época», han destacado los arqueólogos.

Los planes municipales, paralelamente a la ejecución del residencial en cuestión por parte de la constructora, son «poner en valor» el descubrimiento para 'musealizarlo' en el futuro dentro de la zona verde que conformará el entorno. «Ahora debemos cubrir y preservar esta excavación para, cuando finalice el proyecto urbanístico, realizar una pequeña intervención para presentar de la mejor manera posible este espacio utilizando los elementos informativos y divulgativos apropiados para dar a conocer a la ciudadanía los detalles de la Calzada Romana del Ebro y, concretamente, de su paso por Logroño a través del barrio de La Estrella», ha explicado el concejal de Patrimonio y Centro Histórico.