Cómo caben un abogado, un estudio de cine y un farmacéutico en el mismo local

La «culpa» es de los hermanos Íñiguez Pérez, Ángel y Rubén, que han lanzado una especie de proyecto familiar de tan complicadas trazas en la frontera del casco antiguo de Logroño. «Queríamos que su sede social se ubicara en el centro histórico, nuestro barrio; y, por fin, lo hemos logrado», cuentan.

En el local hay, pues, esas tres actividades:

- La principal (por tamaño: «Producciones Anafilaxis», que alquila plató (de cuarenta metros cuadrados y cuatro metros de alto) y además realiza cine corporativo y publicitario, imparte talleres para jóvenes y también produce ficción: de ella salió la multipremiada «Alegrías Riojanas«.

- «Farmaskills», que nació en la pandemia como una marca dentro de la productora: «Durante la pandemia, Pfizer, por ejemplo, comenzó a encargarnos la producción audiovisual de cursos de e-learning relacionados con el sector de la salud, hasta que esta línea de negocio fue cobrando entidad diferenciada». Otro emprendedor, Albert Martí i Simó, se une a los hermanos en esta parte de la aventura.

- Asesoría jurídica: «Ángel lleva ejerciendo como abogado desde hace unos años y me ha animado a que estudie la carrera, poco a poco, para progresar en la producción cinematográfica», cuenta Rubén, el hermano pequeño.