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Goyo, en el estudio 'Crime Walls' de la calle Canalejas, tatuando a una clienta. :: juan marín
En busca del tatuaje perfecto

En busca del tatuaje perfecto

El joven logroñés Goyo Paredes ve premiado su trabajo en dos convencionesinternacionales de tatuadores

JAVIER CAMPOS

Jueves, 24 de mayo 2018, 23:54

A Goyo se le acumula el trabajo... y los reconocimientos por el mismo. Gregorio Paredes Pisón (Logroño, 1981) pone rostro -reconocido y reconocible- a 'Crime Walls', un estudio de tatuajes y piercings «pensado a lo grande» donde hasta siete profesionales del ramo dan rienda suelta a su buen hacer en el número 11 de la calle Canalejas.

«Quiero que cada vez que entre alguien por esa puerta para hacerse un tatuaje, se lleve el mejor posible. Original, único e intransferible... como el DNI, pero eterno». Esa búsqueda de la perfección ha llevado a este joven logroñés a estar continuamente en movimiento y, entre idas y venidas, lograr el aplauso de su gremio.

'Euskadi Tattoo Convention', en marzo, y 'Zaragoza Tattoo Convention', en abril, han sido dos de las citas donde Goyo consiguió premio. Tercero en el País Vasco y primero en Aragón. Y todo ello entre centenares de tatuadores llegados de diferentes partes del mundo. Y en la modalidad 'freehand', además, una técnica no apta para todos los pulsos.

Experiencia, seguridad, mano e imaginación. Goyo dibuja directamente sobre la piel el diseño que va a marcar. «Con un boli, sin más, y te tatuo», explica todo este especialista en 'lettering' (caligrafía) y en 'blanco y negro' (chicano). Palabra de tatuador y de tatuado. 76 'tattoos' le contemplan. Por algo se considera un enfermo de las agujas y las tintas. «Llega un punto en el que ya no ves el tatuaje nuevo, sino el hueco para el siguiente», confiesa quien ya en Primaria se aficionó al grafiti llevando «obsesivamente» su nombre del papel a la pared. Y de ahí a la piel fue sólo cuestión de tiempo.

«Pasas de correr delante de la policía por hacer un grafiti a que te entre un policía al estudio para que le hagas un tatuaje», bromea el artista, cuya pareja, Sofía Samaniego, fue elegida Miss Tattoo en una de las convenciones.

La pasión por el tatuaje no deja de crecer, tampoco en La Rioja pese a lo que pueda parecer, y buena prueba de ello son la veintena de estudios que han abierto sus puertas en Logroño. Sin embargo, en pleno culto a adornarse la piel, Goyo cree que aún hay que superar barreras, prejuicios y, por qué no decirlo, acabar con los estereotipos. No ha pasado tanto tiempo desde que el tatuaje se asociaba a ambientes casi marginales (carcelarios), pero hoy en día ha alcanzado la categoría de arte. Cuestión de gustos. Goyo así lo defiende y aboga por su profesionalización.

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