Escaparate de El Nuevo Mundo en Portales 61. CEDIDA

Un caso que bien podría servir de ejemplo tras años de pérdida de «identidad»

Javier Campos

Logroño

Lunes, 15 de agosto 2022, 02:00

El escaparate de Logroño lleva años lanzando su particular SOS. La capital riojana no ha dejado de perder fachadas de comercios históricos ante la falta de regulación municipal, con lo que la conservación de elementos singulares queda en todo momento en manos de los ... propietarios. De ahí que el caso de una de las esquinas de Portales con Sagasta adquiera cierta relevancia.

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El caso, de hecho, bien podría servir de ejemplo tras décadas de pérdida de identidad. La conservación de la fachada de Tebriz –en su día sastrería Larrea– sucede justo enfrente de La Villa de Madrid, cuyo escaparate languidece sin solución, tal y como volvió a recordarse con motivo de la muestra 'Abierto por ilusión', exposición de los letreros más singulares del comercio local ,a fin de concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de preservar estos y otros «elementos de identidad diferencial».

El problema, que no es nuevo, ya fue puesto sobre la mesa durante el pasado mandato. Y ahí sigue. Pendiente. Ya en noviembre del pasado 2018 el pleno del Ayuntamiento aprobaba una moción para la «protección de las fachadas de establecimientos comerciales y hosteleros históricos». Se hacía pensando en La Villa de Madrid, sí, pero también en La Inglesa, Menvi, La Violeta y en tantas otras... muchas de ellas desaparecidas.

Ya en 2012 saltó el caso de El Nuevo Mundo, la otrora tienda de moda de caballero ubicada en el número 61 de la misma calle Portales, que cerraba despidiendo no solo a una de las camiserías logroñesas de toda la vida, sino a su escaparate y, por tanto, a su rotulación, la misma que la de Dulín o El Plus Ultra. El Nuevo Mundo daba paso a Smöoy, una franquicia especializada en yogures helados, que ahora es Cachito Mío, de empanadas gourmet.

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