La Biblioteca de La Rioja luce su renovación

La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arráiz, y el consejero de Cultura, José Luis Pérez Pastor, han recorrido, junto al director de la biblioteca, Josu Rodríguez, las instalaciones para conocer las novedades incorporadas.

El edificio es titularidad del Ministerio de Cultura, aunque la gestión es autonómica, ha recordado la delegada, quien ha considerado las obras de remodelación llevadas a cabo como «muy necesarias». En ellas se han invertido 392.000 euros por parte del Ministerio y 75.260 más del Gobierno regional.

Las tareas han tenido que ver sobre todo con la centralización de una serie de servicios que se prestaban en las distintas salas y se han agrupado en el vestíbulo, junto a las labores de accesibilidad y en los aseos. «Yo creo que lo que estamos haciendo es poner de manifiesto la importancia de la colaboración entre administraciones, en este caso con efectos tremendamente positivos en un espacio muy utilizado por los riojanos y por los logroñeses en particular».

Pérez Pastor, por su parte, ha resaltado de entrada el carácter histórico del edificio, dado que formó parte de La Tabacalera. Y, después, que dado que el edificio estaba en obras, ya se ha aprovechado para reacondicionar el mobiliario, redefinir los espacios y actualizar la vida de la biblioteca.

El proceso ha sido muy largo, ha señalado el director de la biblioteca, que ha detallado que se inició en el 2018. El proyecto se logró para 2019, pero en 2020 llegó la pandemia y después la guerra de Ucrania y, al fin, por distintos motivos el contrato no salía adelante.

Si en principio solo se iba a actuar en la centralización que afectaba al mostrador y en la climatización del vestíbulo, después se fueron añadiendo otros elementos. «Ya que, ya que...», ha dicho el director. El encargo de ejecución se realizó finalmente a Tragsa «porque no había forma de encontrar contratista», ha contado también, para añadir que, si esta es una inversión ha sido especialmente importante, el edificio requiere mucho mantenimiento año a año, todo para garantizar el uso de las 1.500 personas van a diario a compartir espacio y la cultura. «Y lo conseguimos. Es un logro».

También ha recordado que en verano, cuando la biblioteca solo abría al público por la tarde, los trabajadores de la misma tuvieron que mover 20.000 libros. «Tenemos un presupuesto de compra de libros de 100.000 euros al año, pero luego esos fondos hay que tratarlos, conservarlos y expurgarlos si no hay uso», ha señalado, después de recordar la función del centro de guardar todo aquello que se edita en La Rioja.

Por fin, Arraiz ha querido agradecer al director de la biblioteca la labor de los trabajadores de la misma durante estos meses de obra y la comprensión de los usuarios, a quienes se les ha limitado el acceso a solo por las tardes, «aunque el resultado final ha merecido la pena porque disponemos de una mejor Biblioteca de La Rioja».