Los libros que leía Azcona

La biblioteca municipal que hoy lleva el nombre de Rafael Azcona (1926-2008) en su ciudad natal abrirá en marzo una sala dedicada a albergar su colección bibliográfica personal, la que él tenía en su domicilio en Madrid, que consta de 7.899 volúmenes y objetos particulares. Cinco años después de su muerte, fue donada por su mujer, Susan Youdelman, a la Comunidad Autónoma de La Rioja y fue custodiada en el Instituto de Estudios Riojanos hasta su traslado a la Biblioteca Municipal Rafael Azcona en 2019.

El fondo de la colección consta de un archivo personal de imágenes con 363 documentos, además de una biblioteca compuesta por 4.942 libros catalogados, 1.078 libros, revistas y guías sin catalogar, 1.029 cedés y casetes de música, 140 cintas de vídeo, 121 DVDs, 24 libros repetidos y ocho documentos extraídos de los libros en un soporte aparte.

Además, guarda una selección de premios y diplomas otorgados en reconocimiento a sus méritos y a su trayectoria profesional, así como mobiliario y objetos que se repartían en diferentes lugares del domicilio familiar en el madrileño Paseo de La Habana. Hasta en la cocina tenía libros.

Todo este material, entre los que destacan libros de cine, libros en español y en francés, así como una gran colección de ejemplares de literatura sudamericana, fotografías, dibujos, grabaciones musicales y vídeos de las películas que guionizó, serán expuestas en la Sala Rafael Azcona recreando su propio espacio de lectura y de trabajo.

Para mantener los criterios establecidos por su viuda en la donación que realizó al Gobierno de La Rioja, el Ayuntamiento de Logroño se compromete a custodiar este fondo, que ya está catalogado en su mayoría, para ponerlo a disposición y acceso de investigadores y personal cualificado para su estudio, según informó este martes la concejala Carmen Urquía.

Las obras que forman parte del fondo de la biblioteca personal no serán objeto de préstamo a domicilio por razones de seguridad y conservación, y el acceso a la sala estará limitado a investigadores o personas que acrediten un interés justificado en la consulta de su obra, explicó Esther Felipe, directora de la Biblioteca Rafael Azcona.

Para conocer los fondos bibliográficos se puede consultar el catálogo, que es accesible de forma 'on line' a través de su web (bibliotecarafaelazcona.logroño.es), y puede limitarse a la búsqueda del 'Legado Rafael Azcona'.

Además, la Biblioteca Azcona prevé desarrollar diversas actividades de animación lectora centradas en los intereses y la investigación del escritor: acciones tales como la creación de centros de interés sobre sus descubrimientos, lecturas, colecciones, época, referencias, es decir, agrupaciones de diferentes materias con un interés común.

También se organizarán actividades con el propósito de difundir, promover y favorecer la lectura y el debate sobre estos fondos especiales: encuentros con autores y especialistas, presentaciones de libros, exposiciones, talleres, clubes de lectura y otros. En cierto modo, la biblioteca personal de Azcona ya ha vuelto a cobrar vida a través del club de lectura 'Los ilusos', una iniciativa con la editorial Pepitas de calabaza.