Borrar
Felicidad García Trevijano y Araceli Crespo García, madre e hija, posan con el histórico rótulo. Juan Marín
El Barato se aferra a su histórico rótulo
Logroño

El Barato se aferra a su histórico rótulo

El singular letrero de la tienda de confecciones de la plaza del Mercado, cerrada hace ahora un año, peligra por normativa municipal

Javier Campos

Logroño

Sábado, 18 de enero 2025, 08:20

«Ha aparecido en postales, calendarios, folletos y guías turísticas; ha sido parte de muestras y exposiciones, y retratado en mil y una fotografías». Felicidad y Araceli aún tratan de asimilarlo, y aunque no es la primera vez, sí que es la que más incomprensible se les antoja. Tanto que, sin tiempo para la resignación, ya han emprendido cruzada. Una apasionada defensa tratándose del elemento del que se trata.

Madre e hija, de hecho, podría decirse que se aferran a todo un símbolo para ellas, pero también para el resto de la plaza del Mercado en la que lleva años resistiendo como parte de la esencia de la zona vieja de Logroño, la que por acción u omisión, la ciudad parece empeñada en perder.

No en vano, se trata de un rótulo con una tipografía tan singular, en azul y rojo, que corre peligro, para más inri, por normativa municipal. Y la Oficina de Rehabilitación y Centro Histórico (Unidad de Casco Antiguo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento) ha sido la encargada de recordárselo.

«Hace dos décadas nos dieron un premio a toda una trayectoria, y ahora nos quitan una de nuestras señas de identidad...»

Felicidad García Trevijano

Propietaria de El Barato

«En el edificio estamos de obras, pendientes de recibir las ayudas a la rehabilitación, y nos han dicho que si no quitamos el letrero de la fachada, junto a los focos y al toldo, no podremos percibirla. Ya en su día, hace años, nos advirtieron de que si el cartel bajaba, no volvía a subir, y tuvimos que intervenir para su renovación 'in situ', haciendo los trabajos en altura», recuerdan bajo el 'cartel' que ha sido lugar de referencia como punto de encuentro para varias generaciones.

La sorpresa, pese a los precedentes, ha sido mayúscula para la propiedad de Confecciones El Barato, referencia textil en el Casco Antiguo desde tiempos del Logroño en blanco negro. Con los años, el rótulo pintado a mano del establecimiento ha formado parte por derecho propio del paisaje urbano más reconocido y reconocible, indentidad diferencial no solo para la tienda, sino para el comercio de toda la vida del centro histórico y del conjunto de la capital.

Elementos, tantas veces dicho, convertidos en pequeños referentes, en visitas obligadas o en sentimentales iconos. «Hace dos décadas nos concedieron un premio a toda una trayectoria, y ahora quieren quitarnos una de nuestras principales señas, lo veo como un abuso de poder», sentencia Felicidad García Trevijano, quien se jubiló en 2014 traspasando el negocio a Olga Díez Marín, quien lo mantuvo abierto hasta el 31 de diciembre de 2023.

«No cumple con las normas urbanísticas del PGM, que son de 1985, y en su ficha consta como elemento inadecuado»

Íñigo López-Araquistáin

Concejal de Urbanismo

Su larga historia colgó de una de las paredes del local. «En 1947 Víctor Crespo Andrés abrió Cofecciones El Barato en la calle Herrerías. La tradición le venía de familia ya que su suegra, Ana María Marta, popularmente conocida como 'La Chata', se dedicaba a la venta ambulante de quincalla por Logroño y diferentes pueblos. En 1957 se trasladó a la actual ubicación en la plaza del Mercado y poco después pasó a su hijo Víctor Crespo Fernández y a su esposa, Felicidad García Trevijano», podía leerse.

Ya en su día, el comercio se reformó pero, como tenían a gala decir, «se conservaron la decoración y distribución anteriores para respetar su esencia». Esencia que, a día de hoy, se ve como un problema para optar a las ayudas municipales con la normativa local en la mano. «Es parte de la imagen de la plaza, una imagen cada vez más perdida», protesta la pareja por lo que consideran «otra bofetada que nos dan a los comerciantes del Casco Antiguo».

«No cumple con las actuales normas urbanísticas del PGM, que por otro lado son de 1985, y, además, se da la circunstancia de que en la ficha de protección del edificio consta como elemento inadecuado», explica el actual concejal de Arquitectura y Patrimonio Histórico, Íñigo López-Araquistáin. El mismo, poniéndose en la piel de Felicidad y Araceli, entiende su malestar y, conocido el caso, asegura que desde el gobierno local se han puesto en contacto con los técnicos para estudiar las posibilidades, que hasta ahora no han aparecido, de salvarlo.

Madre e hija, con el cuadro en reconocimiento a la condición de «comercio con historia» del de la plaza del Mercado 23. J. M.

«Hay que revisar la normativa y atender las excepcionalidades»

Logroño, en 2022, puso el foco en sus rótulos. Una exposición con los letreros más singulares del comercio local que reforzaba la creciente idea de preservar estos y otros «elementos de identidad diferencial». Una muestra, paseo tipográfico por el Casco Antiguo incluido , en la que no faltaban las 'letras' del Barato. Organizada por el estudio Lles y coordinada por el diseñador Gabriel Santolaya y el arquitecto José Miguel León, ya entonces se daba cuenta de todo el patrimonio perdido... y por perder. Y es que la capital de La Rioja carece en la actualidad de normativa alguna que obligue a la conservación o protección de elementos singulares tales como escaparates. «Estamos intentando ver cómo podríamos encajar el caso, pero con la actual normativa, y a la espera de revisarla, de momento no es posible. Hay que modificar las normas urbanísticas del PGM, sobre todo en el Centro Histórico, para atender estas y otras excepcionalidades, y en ello estamos», avanza el concejal delegado López-Araquistáin. El PGM está en revisión, junto al listado , que no catálogo, de bienes arquitectónicos protegidos (que se quiere ampliar tanto a la época moderna como a elementos singulares), pero los plazos se rebelan una y otra vez. De ahí que, según el gobierno local, «estemos tratando de corregir eso» (en referencia al caso que hoy nos ocupa, pues para optar a cualquier tipo de ayuda municipal debe cumplirse la normativa, aunque date de un tiempo en el que la sensibilidad/concienciación era otra y se piense que es necesaria su modificación). De momento, «no se ha encontrado resquicio» para permitir que el letrero en cuestión siga colgando del 23 de la plaza del Mercado siendo compatible con la subvención por su rehabilitación. «Es un error de un ayuntamiento no saber proteger elementos que forman parte de la memoria colectiva de la ciudad; y además, cuando no hay razón técnica alguna para no hacer tal excepción», resume al respecto Domingo García-Pozuelo, exdecano del COAR y uno de los adalides del proteccionismo histórico-arquitectónico en este sentido.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El Barato se aferra a su histórico rótulo