El 5 pesos baja la persiana. ¿Compartimos los recuerdos?

El 5 Pesos dice adiós definitivamente este sábado, 25 de febrero. Martín Peso cierra la persiana de este bar que forma parte de la memoria colectiva de toda una ciudad 52 años después de que la familia Peso abriera las puertas de este local en la calle República Argentina.

Los cuatro hermanos Peso (Evaristo, Chente, Tino y Martín) bajo la batuta de su padre, Faustino, consiguió que este templo de los tigres, su especialidad, fuera un punto de encuentro para el mundo del deporte. En él se encontraba una de las tres pizarras de la ciudad, además de la del Carabanchel y el Negresco que recogían los resultados de la jornada deportiva.

Además, su lugar estratégico, le hacía ser centro de referencia para los aficionados que se dirigían a Las Gaunas (por supuesto también se vendían entradas para el Logroñés), como también lo era para las familias que iban hacia las barracas en los sanmateos. Además, era y es un bar ineludible para los clientes en la hora del vermú o de los vinos de la tarde. Siempre repleto de familias y cuadrillas.

Y qué decir del pincho estrella: el tigre, basado en el mejillón «y una bechamel que no puede estar muy ligera porque si no, es como leche; ni muy sólida para que no sea dura». Todo ello con un ligero toque picante «no mucho porque vienen niños con la familia, y si al crío le pica y no le gusta, no va a querer venir, y eso hará que ni el padre, ni el abuelo vengan», explicaba Martín Peso en una entrevista para Diario LA RIOJA cuando el 5 Pesos cumplió sus bodas de oro el 7 de julio de 2020. Por cierto, que su famoso pincho se llevó el premio al 'Pincho Popular' 'en el Concurso de Pinchos de La Rioja en el 2022.

Cuando se anunció que se jubilaba en diciembre del año pasado, aseguraba en una entrevista para Diario LA RIOJA que «nunca ha salido el bar de la familia, pero ya ha llegado el momento de dejarlo, porque son muchos años. Nuestra intención es traspasarlo y, si alguien desea la receta del tigre, se la damos. Y si el local no lo quieren para hostelería, pues que sea para un comercio. Es una pena pero...», concluía Martín.

A Martín le toca descansar, pero los logroñeses ya estamos añorando al 5 Pesos y el inolvidable sabor de sus tigres.

«El cierre de este bar supone una brisa de recuerdos para mí. Cada semana, cada domingo, camino en coche desde Calahorra, desde mis primeros años de vida hasta la pura preadolescencia, acudía para el vermut con la familia, degustando por supuesto ese maravilloso tigre. El sabor siempre ha sido espectacular, pero el hecho de que guarde un vínculo tan grande con mi familia y, al final, mi vida, le suma los puntos necesarios para ganar cualquier premio. Por esto, una parte de mi infancia reside en él. Me apena no haber vuelto todas las veces que podría haberlo hecho, pero supongo que te das cuenta de ello una vez marchan. Menos mal que los recuerdos siempre quedan, y por mi parte, y seguro que por parte de todos los logroñeses, siempre estarás ahí».

Luis, Ana y Olivia cualquier día de vermucito...

Carlos Rubio nos envía una imagen de la última vez que se pasaron a tomar el último tigre.

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