La banda sonora de las noches logroñesas

El Stereo abrió sus puertas el año 2003 en la calle Sagasta. Allí estuvo siete años para trasladarse después a un local amplio en la calle Mayor. En la actual ubicación lleva ocho años. Como recuerda Jorge, uno de los socios junto a Alfredo y Juanjo, «en noviembre del año 2018 hicimos una superfiesta de celebración de 15 años, que con los tiempos que corren y para un bar de rockandroll, un estilo que siempre ha sido minoritario, es un verdadero éxito». «El año pasado -añade- hicimos una reforma integral del bar , que nos llevó la friolera de 8 meses para conseguir la licencia de conciertos y poder programar como lo estamos haciendo ahora».

Garage 60's, garage rock, garage soul, punk rock, rockabilly, western swing, blues, rhytm&blues, hillbilly, música americana, rock alternativo, powerpop, folk rock... Todo esto y muchos más se puede disfrutar en directo en su escenario. De momento, la programación de marzo ya la tienen cerrada y arrancarán el viernes 1 con The Lookers (garage rock desde Francia), el sábado 2 con Micky and The Buzz (R&R-Jump Blues desde Bilbao) y el domingo 3 con Fastball (grupo americano de rock-power-pop). Entre tan magra oferta hay que destacar la presencia de los estadounidenses The Zeros (domingo 17 de marzo).

Fue en octubre de 2007 cuando el saxofonista José Andrés Biribay abrió la sala de la calle Fundición. Sus inicios, como su propio nombre indica, Biribay Jazz Club, estaban enfocados al jazz, gran pasión de su fundador. Si mantener una programación habitual ya es difícil, hacerla monográfica puede ser tentador pero arriesgado en una ciudad pequeña. El abanico se abrió y el público está respondiendo (el pasado viernes agotaron las entradas con el grupo punk El Último Ke Zierre). No obstante, su pilar fundacional sigue en pie: la asociación Rioja Swing organiza quedadas para bailar lindy hop y swing muchos jueves del año. También hacen jam sessions de blues, jazz y rhythm & blues.

Los próximos conciertos previstos para la semana que viene son el indie-rock de Rufus T. Firefly (viernes día 1) y una pop session carnavalera para el sábado. El domingo, baile social. Ese combinado musical del que hablábamos más arriba se podrá probar en las próximas citas, entre las que se encuentran Leize (5 de abril), Vega (12 de abril), Javier Garayalde (14 de abril) o The Fleshtones (30 de marzo).

Por lo visto y oído, en la variedad está el gusto y también el público. Logroño es una plaza difícil para los amantes de los sonidos añejos porque al público no le gusta experimentar: en su mayoría, los jóvenes son acólitos del pop que emana de radios y televisiones en programas de máxima audiencia.

Como dice Biribay, «no es complicado mantener una programación estable, pero hay que ofrecer mucha variedad para llegar a todo tipo de público». Algo que confirman desde el Stereo: «Es difícil programar y mantener una agenda de dos o tres conciertos cada semana, es una apuesta muy fuerte... Pero lo que pretendemos es inculcar la pasión de poder ver bandas en directo y pagando una entrada económica de 5 ,7 o 10 euros».