El Ayuntamiento justifica los cambios en la reforma de Sagasta por ahorro cuando la actual es más cara

La implantación de un carril bici en Bretón, el anunciado para posteriormente ser negado, no es la única sorpresa que deparan las alegaciones del Ayuntamiento de Logroño al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Así, el escrito municipal justificando las modificaciones introducidas en hasta tres de los proyectos que lograron financiación europea durante el mandato anterior incluyen otros argumentos que generan similar desconcierto.

Tal sería el caso de todo lo relativo con la remodelación de la calle Sagasta a fin de crear de una plataforma de coexistencia, donde el Consistorio capitalino, tras el cambio en la Alcaldía, apostó por dejar de ejecutar la plataforma única ya proyectada incluso adjudicada, sustituyéndola por otra tipología de calle con la que se obtendrían los mismos resultados, además de un ahorro para las arcas municipales.

Una decisión basada, entre otras razones y según se informó a la secretaría general de Movilidad Sostenible en la solicitud de cambio, en motivos económicos, llegando a hablar de un «desequilibrio importante para la economía municipal» en caso de acometer lo previsto cuando, y he aquí otra de las sorpresas, el proyecto modificado, cuya ejecución ha empezado hace unos días, es más caro que el heredado.

Y es que, si bien es cierto que las obras del PP salieron a licitación por 150.000 euros menos que las del PSOE, a la hora de su adjudicación han supuesto 33.000 euros más para el presupuesto local. Cálculos al margen del documento firmado por el alcalde, Conrado Escobar, y al que ha tenido acceso Diario LA RIOJA, donde se insiste en la idea de que a la sustitución total del pavimento, se añadían los incrementos de precio sufridos por el aumento del IPC, además de los materiales.

Así, mientras el proyecto original, el denominado «remodelación de la calle Sagasta para creación de plataforma de coexistencia», salió a concurso por un total de 1.460.988,79 euros, siendo contratado con Antis por 1.168.830,5 euros en enero de 2023; el modificado, al que se le añade la coletilla «y puertas de entrada», lo hizo por 1.309.211,87 euros recayendo en Ocisa por 1.201.856,49 euros en mayo de 2024.

Las cifras, de las que se ha venido dando cuenta puntualmente, ponen en entredicho la argumentación del gobierno local al respecto. El Ministerio, de hecho, ya en su resolución provisional de desestimación de la modificación de proyectos (junto a los del eje ciclista y el del voladizo del puente de la A-13), entiende que «no están debidamente justificadas las alteraciones sobrevenidas» que achaca la Administración local. Y ello pese a su insistencia en que el aumento de costes «hace excesivamente onerosa la ejecución del proyecto con la totalidad de la superficie de la calle Sagasta como plataforma única».

«La inflación indicada tiene un impacto reducido puesto que supone un aumento del 6,51% respecto al presupuesto total», responde el Ministerio desestimando la solicitud. A la que el Ayuntamiento alega de nuevo que tal porcentaje «representa un desequilibrio importante para la economía municipal al tratarse de cantidades no presupuestadas», si bien el proyecto original ya se licitó teniendo en cuenta el citado incremento de precios (fue el primero revisado del mandato y hoy se ejecuta su resultado).

Sus modificaciones, sustanciales al reducir la plataforma única al tramo entre Carnicerías y Hermanos Moroy, a la que se sumarán dos puertas de entrada (pasos/cruces elevados) en las confluencias con Ruavieja y Muro de la Mata, entre otras, han puesto en peligro los 6,5 millones de euros recibidos para un total de 10 actuaciones relacionadas con la movilidad urbana sostenible.

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