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El Ayuntamiento de Logroño le ha dado un 'no' rotundo a Vox en su intento de llevar al Pleno una moción sobre empadronamientos ilegales, una propuesta que no será debatida al ser inadmitida por la presidenta, Leonor González Menorca, tras el rechazo de la Junta de Portavoces –siguiendo el reglamento orgánico– por sus tintes xenófobos.
El texto del partido a la derecha del PP, no compartido por ningún otro grupo político con representación municipal en la capital de La Rioja, relaciona directamente inmigración y delincuencia más allá de la inseguridad ciudadana con los logroñeses procedentes de otros países y de éstos con actos y asociaciones terroristas.
Así, y y si la «exposición de motivos» ya es de por sí controvertida, tampoco lo es menos el «acuerdo» que plantea, en este caso instar a la Administración local a «aumentar (...) el control sobre la presencia de inmigrantes ilegales». Y ello con medidas tales como «inspecciones periódicas y visitas domiciliarias» de la Policía Local o «canales de denuncia anónima para que los ciudadanos puedan informar sobre posibles casos de empadronamiento ilegal».
La unanimidad para rechazar que una moción así llegase al Pleno, como sí lo ha hecho en otros municipios de España, tal y como ha puesto de manifiesto Amaia Castro, concejala de Podemos-IU, es clara. Otra cosa son las versiones de unos y de otros. No en vano, fue la edil del grupo mixto la que dio la voz de alarma el pasado jueves, provocando el enfrentamiento directo con el gobierno local.
«Vox ha presentado en el Ayuntamiento una moción que promueve un delito de odio, proponiendo la persecución y expulsión de inmigrantes. ¡Que todo el mundo se entere de lo que está pasando y lo que el PP está permitiendo!», expresaba en redes sociales. A lo que los populares no tardaban en responder por la misma vía diciendo que precisamente, «en Junta de Portavoces, la presidenta del Pleno ha inadmitido esta moción tras deliberar con todos los grupos», lo que a su juicio «es la mejor prueba del contundente e inequívoco rechazo del PP».
La réplica de Castro, al respecto, tampoco se demoró apostillando que tal rechazo respondía a las «presiones» de la oposición.
Ya ayer, desde el Ayuntamiento se aclaraba que, de entrada, González Menorca planteó a dicha Junta que no procedía una moción así en base al artículo del reglamento que permite la inadmisión por formulaciones «en las que se profieran palabras o viertan conceptos contrarios a las reglas de cortesía» –la que más se ajusta al caso, salvando las distancias–. Y que fue la presidenta quien, posteriormente y oídos a todos los miembros de la Junta, la inadmitió tal y como contempla la norma.
Vox criticó, por su parte, que el Ayuntamiento haya censurado una moción para abordar los empadronamientos y la inmigración ilegal como «represalia» por haber sido quien ha presionado para evitar un espectáculo «por ser inapropiado» dentro del programa 'CUCO' que se celebra estos días –en referencia a 'Despotorre'–. Además, recordaron que la moción «que nos censuran ha sido aprobada en otros ayuntamientos gobernados por el PP pero aquí, en Logroño, ni siquiera nos permiten el debate» –además de mostrarse a favor de la inmigración «siempre que sea legal y controlada»–.
Desde el PSOE se atribuyeron el «haber actuado de freno ante los intentos de Vox de inocular ciertos mensajes en las instituciones», llegando a presentar un informe para impedir una moción «basada en un discurso de odio».
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