Asociaciones de la FER reclaman al Ayuntamiento de Logroño diálogo ante Calles Abiertas

Santiago Gutiérrez, portavoz de Atradis, se ha referido al reparto de última milla y a la incertidumbre de quienes se dedican a ello en lo que a futuro se refiere, que no saben qué vehículos comprar. La situación de las calles, a cuenta de las remodelaciones que se llevan a cabo, hace además que los servicios se ralenticen y cuesten más.

Las soluciones que sugiere, parches en cualquier caso, reconoce, pasan por que se deje a los vehículos permanecer más allá de los 15-20 minutos actuales, dado que este margen hace que tengan que entrar y salir varias veces de la zona, y que puedan utilizar las zonas azules para carga y descarga sin tener que sacar tickets.

Desde la Federación de Comercio, Fernando Cortezón ha insistido en que los comerciantes nunca se han opuesto a la modernización y han estado dispuesto al diálogo continuo para, además, destacar que cualquier cambio urbanístico que se adopta afecta.

También se ha fijado en la necesidad que el comercio logroñés de clientes no solo de la ciudad, sino también de los distintos municipios del entorno. «Todos son necesarios», ha dicho, para señalar que el mercado del Corregidor, junto a Duquesa de la Victoria, ha perdido el 90% de sus clientes de fuera, que Vara de Rey, que tenía cinco líneas de autobuses, solo conserva una y que se han perdido 600 estacionamientos en superficie.

Mariola Bravo, responsable del Colegio de Agentes Comerciales, también ha considerado «primordial una movilidad fluida» para sus colegiados, dadas las visitas e incluso repartos que han de realizar, a veces con pesados muestrarios. Las dificultades que puedan hallar afectan a sus agendas y a sus costes, ha alegado, para reclamar «escucha a los profesionales, diálogo y consenso, no hacer las cosas de esta manera».

Eduardo de Luis, de la Asociación Riojana de Automoción, Ariauto, ha reprochado al Consistorio no haber puesto en marcha todavía la zona de bajas emisiones a la que está obligado y, en vez de haber adoptado esta medida, haber ido dificultando el acceso de vehículos de otras maneras. «Ha faltado diálogo y medidas consensuadas».

Y desde la Asociación de Hostelería, Francisco Martínez Bergés ha criticado haber cerrado todas las entradas a Logroño excepto una, la de Chile, cuando «vivimos no solo de los de Logroño, también de los de los pueblos». «Llegamos tarde porque tenemos la mitad de la ciudad patas arriba», ha aseverado. «Estamos dispuestos a colaborar, pero que se nos escuche, porque su respuesta suele ser que 'se nos ha elegido para tomar decisiones'».

Preguntados por su comparecencia a dos meses de las elecciones, los portavoces han indicado que la situación se ha hecho insostenible y que el proceso, «lejos de aflojar, se está acelerando». En cualquier caso, han descartado ningún interés más allá de los de sus propios asociados.

«Hablamos de problemas reales, no pretendemos perjudicar a nadie ni favorecer a nadie. Ves que has intentado todo y que no consigues nada, pues tienes que salir y explicar a tus socios y al resto de la sociedad qué es lo que está pasando», ha apuntado Santiago Gutiérrez, que ha continuado diciendo que en el caso de su asociación, le ha tocado sentarse y llegar a acuerdos con administraciones de todos los colores.

Además de estas asociaciones, han apoyado esta convocatoria otras como Zoco-Zona Oeste Comercial, Vara de Rey y Adyacentes (Acovara), Casco Antiguo, San Antón, Mercado del Corregidor, Distribución, Panaderías, Agencias de Viajes, Asociación Riojana de Hoteles, Hostelería Riojana, Discotecas, Salas de Fiestas y Ocio Nocturno, Calle Laurel y Calle San Juan.