Demanda Casco Antiguo insiste: «La hostelería se ríe a la cara de los vecinos y del alcalde»

La asociación Demanda Casco Antiguo insiste en sus quejas contra la hostelería que «se ríe a la cara de los vecinos y del alcalde». Para demostrarlo han publicado un nuevo vídeo grabado íntegramente el pasado sábado donde se puede apreciar todo tipo de incumplimientos de las ordenanzas municipales.

Consumo de alcohol en la vía pública fuera de las terrazas, puertas abiertas con niveles de música muy por encima de los decibelios máximos autorizados, televisiones retransmitiendo fútbol en la calle, mobiliario y arbolado público «estrangulado» por mesas, sillas y sombrillas, botellones y vasos de plástico en la Laurel, despedidas de soltero con megáfonos y guitarras... son algunas de las infracciones cometidas, afirman a través de una nota de prensa.

La asociación vecinal lamenta que, «tras cuatro meses denunciando el nulo compromiso de parte de la hostelería del centro histórico, continúen reproduciéndose los mismos hechos ante la absoluta inacción municipal y policial».

La asociación clama que «la situación es insostenible, estamos hartos de mantener reuniones con responsables municipales que nos aseguran que van a hacer cumplir las normativas». Lo cierto es que consideran que «la realidad es que algunos hosteleros se siguen riendo en la cara de los vecinos».

Opinan que «si de verdad la intención del alcalde, Conrado Escobar, es atajar el problema, riéndose también en la suya propia porque, como demuestra este nuevo vídeo, hacen lo que les da la gana con absoluta impunidad».

Demanda Casco Antiguo recuerda que ya denunció con pruebas documentales los incumplimientos flagrantes de la ordenanza de terrazas, el consumo de alcohol en la calle fuera de los espacios habilitados, las aglomeraciones de personas «ante la inacción absoluta de los porteros de los establecimientos y de la Policía Local, o los botellones con cubatas y vasos de plásticos en la calle Laurel» y afirman que este sábado a media tarde «ni las brigadas limpieza podían hacer su trabajo porque lo que había era decenas y decenas de personas bebiendo y cantando en la vía pública que dificultaban el paso de la maquinaria».

La asociación vecinal exige al alcalde y a su equipo de gobierno, que «tomen medidas de una vez y empiecen a sancionar a estos hosteleros mercenarios» y que exijan también a sus representantes, con los que se reúnen habitualmente, que hagan cumplir las normativas.

«Los vecinos hemos sido extremadamente generosos, pidiendo nada más un poco de orden y respeto a normas que, de por sí, ya están hechas a la medida de la hostelería, pero esto está llegando a un punto de difícil retorno», concluyen en la nota.

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