Hace poco más de un año, el 24 de enero de 2021, el puente de Mantible, que antiguamente unía el pueblo alavés de Assa con el riojano de El Cortijo, perdió el penúltimo arco que le quedaba. Colapsó sobre el Ebro en una crecida tras ... décadas de desidia y precaria conservación. Desde entonces sólo queda en pie un arco, en la ribera alavesa. A pesar del ruinoso estado del conjunto, gracias al estribo sobre el que apoya en el lado riojano y a las tres pilas visibles desde la orilla es posible advertir que el puente tenía, al menos, tres arcos. Sin embargo, un estudio realizado por la empresa Qark Arqueología ha puesto al descubierto tres pilas más hacia el lado alavés que confirman la existencia de al menos un cuarto apoyo, lo que amplía la longitud del puente hasta «un mínimo de siete arcos», asegura el arqueólogo Leandro Sánchez Zufiaurre.
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«Hemos excavado en todo el trazado del puente, en la parte alavesa, y hemos encontrado efectivamente tres pilas más y es posible que haya una cuarta, aunque no sabemos si es una pila o un estribo», admite. «Así que sabemos que por lo menos había cuatro arcos más además de los tres ya conocidos», añade. Sin embargo, localizar ese posible último elemento de apoyo del séptimo arco tiene una dificultad añadida, ya que no se encuentra en el cauce del río sino debajo de un camino o de viñedos, con un gran relleno de tierra por encima. «La realidad es que no sabemos hasta dónde llega el séptimo arco y no lo vamos a saber de momento, salvo que nos carguemos los viñedos que hay allí», asegura este experto. «Lo que sí sabemos es que ninguna de las reconstrucciones propuestas de cómo era el puente es exacta. Ahora tenemos las pilas y ninguna coincide completamente con las recreaciones planteadas hasta ahora».
En cuanto al estado de los restos, detalla que «las pilas descubiertas están arrasadas por la fuerza del río y el material de piedras y lodos que éste arrastra». «Una vez caído el arco, el propio río se lleva las pilas como si fueran mantequilla», explica.
Estos descubrimientos en el municipio de Laguardia contrastan con el extremo contrario, ya que «hacia La Rioja el puente no puede extenderse más porque tenemos el estribo» que apoya en la orilla logroñesa. «Tenemos el arco de La Rioja, que parte del estribo, el arco que pasa por encima del río que une Álava y La Rioja que está caído, el arco conservado en Álava y otras tres pilas que son tres arcos y otro arco más que terminaría en otra pila o en un estribo. Mínimo, siete arcos», resume Zufiaurre.
El análisis arqueológico de este Bien de Interés Cultural declarado en 1983 en la categoría de Monumento Nacional, ha incluido la lectura estratigráfica de la parte alavesa del puente, dentro de una partida de 12.938 euros del departamento de Cultura y Deporte de la Diputación de Álava. Bajo la dirección de José Manuel Martínez Torrecilla, estos expertos han determinado que la parte alavesa de la infraestructura tiene varias etapas. «Sólo en el arco conservado se pueden localizar al menos tres obras diferentes». Por contra, los estudios que se están llevando en la parte riojana, a cargo de José Ignacio Murillo Fragero, parecen indicar que se trata de una sola obra, tanto la parte conservada como la caída.
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Los trabajos para la consolidación y restauración de los restos del Puente Mantible, que comenzaronen septiembre, se reanudarán en los primeros días de mayo debido a que, actualmente, el caudal del río Ebro no permite actuar con seguridad al personal que efectúa estas labores, según ha informado el Ayuntamiento de Logroño.
Las labores principales que se estaban realizando, como son la construcción de la estructura provisional o cimbra para la reconstrucción posterior de la bóveda, así como la recuperación de dovelas que se encuentran en el lecho del río, no pueden realizarse con seguridad, según los técnicos de coordinación de Seguridad y Salud de la obra, con el actual caudal del río, que sobrepasa los 500 m3/segundo.
Los trabajos de esta fase del proyecto debían poder realizarse sin problema en esta época del año, pero «las crecidas súbitas e inesperadas padecidas antes de la fase más cruda del invierno, sumado a que el Puente Mantible se encuentra entre las presas de Assa y La Harinera, que regulan el caudal del río, impide el acceso a la zona en la que se estaba trabajando actualmente y cuya ejecución resulta fundamental para las labores posteriores», ha señalado el concejal de Patrimonio y Centro Histórico, Adrián Calonge.
Por ello, se estima que los trabajos de consolidación y restauración en la cota inferior de los restos del Puente Mantible puedan retomarse en los primeros días de mayo, cuando se prevé que el río Ebro no va a superar el caudal mencionado.
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