El antiguo Hotel Niza de la calle Capitán Gallarza estará operativo como espacio boutique este mismo año 2025 con un total de 15 habitaciones. Se trata del primer proyecto que gestionará el Grupo Abdón en Logroño y que se sumará a las instalaciones del antiguo restaurante Imperial Montesol que se convertirá en un plazo no inferior a tres años en un complejo hotelero sostenible y de calidad, cuyo proyecto arquitectónico está en proceso de redacción.
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Son los proyectos hoteleros que este viernes ha presentado el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, junto al promotor que se ha hecho con la propiedad de ambos edificios, Carlos Abdón. Los dos planteamientos adquiridos por Grupo Abdón buscan, «en una ciudad que está de moda turísticamente», a juicio de Escobar, paliar una de las debilidades que afronta la capital en determinados momentos, la escasez de plazas hoteleras, que plantea dificultades a la hora de organizar grandes eventos o congresos.
Así, el primer edil de Logroño ha destacado que este grupo está por realizar en la capital, una ciudad «amable, de calidad de vida y que ofrece una experiencia completa al visitante», una inversión importante que en el caso del antiguo Hotel Niza ha cifrado en más de un millón y medio de euros para habilitar un «espacio hotelero boutique con encanto». Serán cinco los empleos directos que se prevén crear con este proyecto hotelero que dispondrá de un máximo de 15 habitaciones en el «corazón del Casco Antiguo de Logroño». En la pretensión por ofrecer el mayor confort posible a los huéspedes, se implantará una gestión eficiente, innovadora y automatizada. Aún por decidir definitivamente, Abdón ha apuntado que la empresa tratará de mantener el actual nombre del hotel rehabilitado de alguna forma, aunque sea parcialmente, como guiño a la tradición del establecimiento.
Sin embargo, el proyecto más ambicioso remite al antiguo restaurante Imperial Montesol donde Abdón pretende crear un espacio hotelero «innovador centrado en tres pilares: un alojamiento diferenciado, la organización de eventos de calidad y los tratamientos de salud y bienestar». Ante este desafío, del que su nuevo propietario ha preferido no concretar plazos por la «extensión y complejidad del proyecto», Abdón ha insistido en la ilusión por hacer algo distinto y ha alabado la disposición de Logroño como destino «que lo tiene todo para destacar».
El promotor ha precisado que el modelo en el que se enmarcará el proyecto hotelero «se dirige a un tipo de viajero cada vez más numeroso que busca escapar de la rutina y reconectar consigo mismo a través de la naturaleza, sin renunciar al lujo y al confort».
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Tampoco se han mencionado cifras de inversión en la propuesta hotelera que albergará el antiguo restaurante de banquetes, pero sí se ha especificado que se enmarcará dentro de la marca Noctis, que ya gestiona un espacio hotelero en Soria y que cuenta con otros cuatro proyectos en marcha. Lo que sí se ha avanzado es que este segundo hotel creará al menos cincuenta empleos directos, según su propietario, que espera que se convierta en un proyecto que «destaque no solo en Logroño y en La Rioja, sino también a nivel nacional».
En la presentación de las dos inversiones turísticas, Escobar destacado la «importante apuesta que esta empresa ha realizado por nuestra ciudad y que es el mejor ejemplo de la pujanza del turismo en Logroño».
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