Un año de deberes para el alcalde

«No estoy haciendo nada diferente a lo que dije que iba a hacer; soy y seré previsible», aseguraba esta misma Navidad a Diario LA RIOJA el propio Escobar en una entrevista, tras seis meses de estreno de mandato, sabedor de que sus primeras decisiones no han sido compartidas por todos y remitiéndose, por ello, al programa con el que ganó las elecciones por mayoría absoluta.

Así, se han referido una y otra vez en los últimos tiempos a la mejora de suelo industrial, a la rehabilitación de la antigua estación de autobuses, a diversos proyectos dentro de la 'Ciudad Circular', al teatro Bretón, a la reurbanización de la Glorieta, a la puesta en marcha de un programa municipal de vivienda, y a la excavación en el aparcamiento del Revellín para el proyecto '1521'... De todo ello tendrá que haber noticias, sí, aunque no tendrían que ser las únicas ni mucho menos. De hecho, el grueso de las mismas llevan tiempo a la espera de publicarse pues dependen de la toma de decisiones del PP.

Así, a la «previsibilidad» de la que presume el ejecutivo local, responden desde la oposición con ese «marear la perdiz» que le achacan al primer edil –'entretenido' entre concursos de ideas y asistencias técnicas–, mas allá de si pasarán o no de la mera declaración de intenciones los de momento publicitados 'Pactos con Ñ': revisión del PGM –debe haber avances y no solo insistir en que los habrá–, infraestructuras y soterramiento, comunicaciones, convivencia y Policía Local, impulso económico y barrios.

El 2024, para empezar, debe ser el año en el que el proyecto para convertir la antigua estación de autobuses en un centro intergeneracional sea tramitado según lo anunciado para poder empezar las obras durante enero de 2025; así pues, en pleno concurso de ideas, no hay tiempo que perder si se quiere cumplir con unos plazos que suelen rebelársele a la Administración local.

De entrada, los fondos europeos concedidos, heredados de los cuatro años de PSOE, UP y PR+, marcarán el ejercicio independientemente de las previsiones municipales. Queda por saber qué pasará con todo lo relativo a la financiación de la UE vía Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma): Sagasta, Duquesa de la Victoria, conexión ciclopeatonal por el puente de la A-13... a la espera de ejecutarse las puertas de acceso al área pacificada de San José.

Pero, sobre todo, está por conocer qué suerte corren las subvenciones vía Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (Mintur), con San Antón y el corredor Centro Histórico-Universidad en el alero. Mención aparte, en ese sentido, merece la fallida reforma de las Cien Tiendas, cuyo contrato deberá resolverse a lo largo del ya iniciado ejercicio de cara a llevar a cabo el compromiso adquirido: redactar nuevo proyecto antes del verano y sacarlo a concurso de manera que en 2025 se ejecute para que esté finalizado en 2026.

Y es que el actual año necesariamente tendría que ser el de las primeras licitaciones –y adjudicaciones, lógicamente– propias de obras, que tienen en el parque del Camino su principal anuncio –más allá del que con retraso se urbaniza entre el nudo de Vara de Rey y la plaza México junto al edificio Patricia–. Con la renovación del contrato de mantenimiento de zonas verdes sobre la mesa desde el pasado mandato...

Obras en marcha, también con financiación externa, son la Plaza de Abastos –la rehabilitación del Mercado de San Blas– y el colegio San Bernabé –dentro de la recuperación de la Villanueva–. Ambos finalizarán este 2024, y entre los deberes del alcalde figura dotar de contenido a ambos espacios. Decidir para qué se emplea la primera y segunda plantas del mercado y si, finalmente y según lo previsto, el citado colegio alberga un uso de vivero de empresas y espacio de 'coworking'. De la misma manera, el Centro de la Cultura del Rioja(CCR) deberá llenarse e ir completando su oferta –aún por determinar– para ver qué futuro le aguarda.

Si bien Escobar ha venido insistiendo en medidas de carácter económico tales como la mejora del suelo industrial y la dinamización comercial, con especial dedicación al polígono de Las Cañas visto cómo está y a una capitalidad europea del comercio de proximidad que aún está por ver si es, estos doce meses, en dicha materia, el primer edil tiene dos cuentas pendientes: Bosonit, sede sí, sede no, en el Casco Antiguo; e impuestos y tasas, con el compromiso, tras un primer incumplimiento, de una rebaja fiscal del 10%.

Sostiene el regidor municipal que durante los pasados cuatro años en Logroño se habló demasiado de movilidad, y que la ciudad es mucho más... en cualquier caso, y en su intento por reformular la misma desde una nueva filosofía, ya ha hablado de mejorar el transporte urbano y la convivencia modal, y ahora tendrá que concretarlo.

Por lo demás, el nuevo gobierno del PP ya ha sufrido durante el segundo semestre de 2023 algunas reivindicaciones ciudadanas con quejas y protestas. Así, los vecinos de la calle Lardero estarán vigilantes con la renovación de tuberías prometida entre Vitoria y Pérez Galdós tras los últimos reventones; de la misma manera que en la AMPA del General Espartero ya aguardan impacientes las anunciadas medidas de pacificación o los colectivos ciclistas y ecologistas no quieren más reversiones en la infraestructura existente.

Por último, y siendo como es un viejo problema renovado, los afectados por el ruido de la calle Bretón, donde el fenómeno del 'tardeo' –unido a las terrazas, que siguen requiriendo de regulación– demandan actuación. El problema de la contaminación acústica lleva años en la agenda, sin solución alguna, y este mandato apunta a un nuevo conflicto vecinos-hosteleros. El PP, que se abstuvo en la declaración inicial de zonas de protección especial, no podrá ahora quedarse de perfil.